La UCR de Villa María en el inicio del siglo XXI
- Luciano Cerioli
- 31 mar 2020
- 31 Min. de lectura
Actualizado: 20 abr 2020
INTRODUCCIÓN
Desde la apertura democrática de 1983, la Unión Cívica Radical fue el partido Predominante en las elecciones municipales de la Ciudad de Villa María. Venció en las elecciones de 1983, con el contador Horacio Cabezas como candidato a Intendente. En los siguientes comicios, el radicalismo mantuvo el poder en la Ciudad: el abogado Miguel Ángel Veglia fue Intendente de Villa María durante tres períodos consecutivos. Ganó en 1987 y fue reelegido en el cargo en 1993. Tras la sanción de la Carta Orgánica Municipal en 1996, la Justicia provincial autorizó a Miguel Veglia a presentarse como candidato a Intendente por otro período más, por lo que venció en los comicios de 1997. Paralelamente, el radicalismo ganaba en la Provincia de Córdoba durante todo este período. Se dieron los tres gobiernos consecutivos de Eduardo Angeloz desde 1983 hasta 1996, y la gobernación de Ramón Mestre entre 1996 y 1999. Así, tanto en la Provincia como en Villa María, la Unión Cívica Radical fue el partido predominante.
Sin embargo, desde el año 1998 se dio un giro a la política provincial: José Manuel de la Sota venció en las elecciones a Gobernador liderando la alianza Unión Por Córdoba, que reunía al Partido Justicialista, Unión del Centro Democrático, Acción por la República, entre otras fuerzas menores. Desde entonces hasta la actualidad, la alianza Unión Por Córdoba se convirtió en el partido predominante, con los gobernadores José De La Sota entre 1999 y 2007, Juan Schiaretti entre 2007 y 2011, y De la Sota que volvió a ser electo en 2011.
Paralelamente con lo sucedido en la provincia, en Villa María venció Unión Por Córdoba en las elecciones municipales de 1999, siendo electo Eduardo Accastello como Intendente. Poco antes de finalizar su mandato en 2003, Accastello renunció a su cargo para asumir como Ministro de Gobierno de Córdoba, por lo que quedó como Intendente Interino el entonces Presidente del Concejo Deliberante de Villa María, Martín Gill. En las elecciones municipales de 2003 volvió a vencer el oficialismo llevando como Intendenta a Nora Bedano de Accastello. En 2007 volvió a ser electo Eduardo Accastello al gobierno municipal, esta vez mediante una alianza de Unión Por Córdoba y Frente Para La Victoria, ya que representaba al kirchnerismo en la Ciudad. Y en 2011 Accastello fue reelecto como Intendente. Así, Unión Por Córdoba, encarnado localmente por el Partido Justicialista, fue el partido predominante en Villa María desde 1999 hasta la actualidad.
La presente investigación tiene el interés por analizar cuál es la situación actual de la Unión Cívica Radical en Villa María, teniendo en cuenta su rol como partido opositor, ya que, al no ganar más elecciones municipales desde 1999, su función como organización es representar una alternativa futura para gobernar la Ciudad. Se observará al radicalismo local describiendo su estructura burocrática según lo estipula su Carta Orgánica Partidaria. Por otra parte este proyecto examinará el origen de la Coalición Dominante que lidera el partido, luego su consolidación como élite, y las primeras manifestaciones de lucha interior dentro de su seno. Al último se realizará un análisis de las elecciones municipales desde 2003 hasta 2011 para observar el rol que tuvo el radicalismo en tales comicios.
Así, la investigación se compondrá de cuatro capítulos. El primero se titulará Estructura de la Unión Cívica Radical de Córdoba. El segundo será El origen de la Coalición Dominante en la UCR. El capítulo tercero se llamará La Consolidación de la Coalición Dominante y la puja por el poder. El último se titulará El rol de la Unión Cívica Radical en las últimas elecciones.
1 - ESTRUCTURA DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA
La Unión Cívica Radical es un partido político nacional que permite a cada organización provincial partidaria una autonomía lo suficientemente importante para dictar su reglamento interno (la Carta Orgánica Provincial), autoridades, atributos, entre otras cuestiones. Así, fiel a su principio de federalismo, el radicalismo deja que en cada provincia surja una dirigencia autónoma, alejada de todo mandato centralista de la capital nacional.
En el caso de la provincia de Córdoba, la Unión Cívica Radical dictó su reglamento interno mediante la Carta Orgánica Partidaria, sancionada por última vez el 21 de agosto de 2010. En ella fijó un tipo de estructura piramidal, pero otorgando a cada parte una autonomía en sus funciones y ciertos atributos particulares que no lo cumplen otros órganos, en sus respectivos lugares de asentamiento. De esta forma la estructura del partido está formada por un Congreso Provincial, el Comité Central de la provincia, los Comités Departamentales, los Comités de Circuito y Comités de Subcircuito. Los miembros de todos estos órganos duran dos años en su función[1].
El Congreso Provincial es un órgano deliberativo compuesto por los representantes de cada departamento, en función de un representante por cada 4.000 afiliados del distrito, pudiendo incluir en el Congreso un mínimo de tres representantes de cada departamento. También integran el órgano ocho miembros de la Juventud Radical, y cuatro representantes de sindicatos de trabajadores que se encuentren en poder de la UCR. El Congreso se reúne cada 90 días en sesiones ordinarias y pueden existir sesiones extraordinarias según las circunstancias. Se crea en el inicio del período una Mesa Ejecutiva integrada por un Presidente, un Vicepresidente primero, un Vicepresidente segundo y siete secretarios. Las principales funciones del Congreso Provincial son: designar el apoderado del partido propuesto por el Comité Central; designar los miembros de la Junta Electoral; dictar las funciones de las comisiones permanentes; sancionar la plataforma electoral; reformar la Carta Orgánica; determinar la posición de la UCR en políticas públicas; atender asuntos políticos de importancia; y autorizar alianzas con otras fuerzas políticas con fines electorales en la provincia.
El Comité Central de la Provincia es un órgano compuesto por un Presidente, un Vicepresidente primero, un Vicepresidente segundo y 15 secretarios, elegidos todos ellos por el voto directo de los afiliados. El Comité se reúne como mínimo una vez por mes, debiendo asistir a sus sesiones los Presidentes Departamentales, el Presidente del Comité Provincia de la Juventud Radical y con voz el Presidente del Bloque de Legisladores Provinciales, Legisladores Nacionales, y la Mesa Ejecutiva del Congreso Provincial. Los principales atributos son: crear comisiones internas, ejercer la conducción general del partido, intervenir los Comités Departamentales para asegurar su funcionamiento cuando haya conflictos, resolver las divergencias entre los organismos partidarios, hacer la convocatoria a elecciones internas, administrar los recursos del partido, y autorizar alianzas en los diferentes distritos. El presidente del Comité Central es el representante máximo del radicalismo cordobés, ejerce el gobierno de la Casa radical y de los bienes del partido y preside las sesiones de tal órgano.
Posteriormente se encuentra el Comité Departamental, que está integrado por un Presidente, un Vicepresidente primero, un Vicepresidente segundo, y diez Secretarios titulares. En el caso de departamentos de provincia que no superan los 4.000 habitantes, el Comité está compuesto por cinco Secretarios. Éste órgano se reúne mínimo una vez por mes y deben asistir, además de sus miembros, los Presidentes de los Comité de Circuito, congresales titulares del departamento y el Presidente del Comité Departamental de la Juventud Radical. Las principales funciones del Comité Departamental son: ejercer la dirección del partido en su respectivo departamento; intervenir los Comités de Circuito en caso de acefalía o conflictos que le impidan funcionar con normalidad; trabajar en conjunto con el Comité Central y proporcionarle informes; resolver las diferencias entre órganos dentro del departamento; y suspender los fondos a los Comités de Circuito en caso de omisión de cuentas por parte de éstos.
Por último, cabe destacar al Comité de Circuito, ubicado en cada circuito electoral de la Provincia, o sea, a razón aproximada de un Comité por cada municipio. Está compuesto por un Presidente, Un Vicepresidente primero, un Vicepresidente segundo y diez Secretarios titulares. Las sesiones de éste órgano deben ser más frecuentes que los otros, al requerir como mínimo una sesión cada 15 días. A las reuniones tiene que asistir, aparte de los miembros de la lista, el Presidente de la Juventud Radical del Circuito. La Carta Orgánica establece para éste órgano en su artículo 47[2] las mismas facultades que los Comités Departamentales, además de que debe elevar al Presidente del departamento un informe de las cuentas del Comité de Circuito.
En la elección para los cargos partidarios sólo participan los afiliados al partido del padrón correspondiente al circuito, departamento o de toda la Provincia en el caso de la elección del Comité Central. Cuando solamente se presenta una lista, y que los candidatos de la misma cumplen con los requisitos, la Junta Electoral proclama como autoridades a esos miembros, lo cual no se produce una elección interna. Es éste caso se considera que lista presentada es de “consenso”. Es decir que los interesados que pretenden integrar cualquier comité, ya sea el local, provincial o departamental, pueden pactar la creación de una lista en conjunto integrada por miembros de diversos núcleos internos o grupos. De esta forma, al presentar una lista de consenso, se crea un mecanismo que permite evitar los costos (tiempo, trabajo, movilización y recursos) que se producirían en una elección interna.
En el caso de que se presenten dos o más listas, participan de la distribución de los cargos aquellas listas que obtuvieron un porcentaje de votos válidos mayor al 15%. La lista ganadora en la elección obtiene los cargos de Presidente y Vicepresidente primero del Comité. Desde el Vicepresidente segundo y los Secretarios se distribuyen según el sistema proporcional de D’Hondt. En la elección interna deben votar mínimamente el diez por ciento del padrón de afiliados. Si no se da esta condición, la Junta Electoral declara nula la elección y pospone el comicio para otra fecha.
Cabe destacar que las listas a cargos partidarios deben poseer un 50% de hombres y 50% de mujeres. El orden que ocupan tales candidatos debe ser tal que no ocupen tres cargos consecutivos personas del mismo género.
2 - EL ORIGEN DE LA COALICIÓN DOMINANTE EN LA UCR
Panebianco[3] sostiene que en todo partido político los principales recursos de poder están concentrados en manos de grupos reducidos. De ésta forma, la élite dirigente del partido es una coalición dominante, una alianza transversal entre algunos líderes. La coalición está integrada por aquellos actores que controlan las principales zonas de incertidumbre. Éstas son recursos utilizables en los juegos de poder internos, y pueden identificarse como Competencia (los poseedores de saber, calificación y experiencia), Relaciones con el entorno (quienes se relacionan con otras organizaciones y pueden establecer alianzas), Comunicación (los que manejan los canales de la información), las Reglas Formales (quienes poseen la facultad de establecer e interpretar las normas), Financiación (el manejo de recursos monetarios) y el Reclutamiento (los decisores de quién puede entrar a la organización).
Para identificar cómo se compone la actual coalición dominante en la Unión Cívica Radical de Villa María, es preciso remontarse al año 2011. Aquí se produjo, en el marco de las elecciones municipales, un enfrentamiento interno por tendencias, o sea, una rivalidad entre grupos débilmente organizados. Tres grupos se presentaron a competir en elecciones internas para lograr la representación del partido en los comicios municipales: “Tres listas en Villa María y dos en Villa Nueva competirán en las internas radicales del próximo 10 de abril para elegir los candidatos a intendente, concejales, tribunos y en el caso de esta ciudad auditor General. La presentación de las boletas se llevó a cabo, ayer en la Casa Radical de Córdoba y antes de vencido el plazo (fijado a las 20) las comitivas locales habían finalizado con el trámite.”[4]
De manera tal que se presentaron tres grupos con vista a las elecciones internas para el 10 de abril. Una de las listas era denominada como “Grupo Almagro” y llevaba como candidato a Intendente y primer Concejal al contador Gustavo Lazzuri. Los primeros candidatos a concejales eran, sucesivamente: Héctor Cohen, quien fue Presidente del Comité de Circuito de Villa María entre 2008 y 2010; la docente Sonia Oddino; el abogado Eugenio Olcese; Patricia Marsilli; y Felipe Botta, perteneciente a la Juventud Radical e hijo del Presidente del Comité entre 2010 y 2012. El primer candidato a Tribuno de Cuentas era Tomás Grasso, quien entonces trabajaba como secretario en el Tribunal de Cuentas. Y el aspirante a Auditor General fue el abogado Lisandro Caronni, ex presidente de la Juventud Radical, e hijo de Luis Caronni, el ex legislador provincial y ex candidato a intendente en 1999.
Otro grupo que se presentó fue el “Frente de Integración Radical”, una alianza entre pequeñas tendencias, entre ellas la liderada por José “Bachicha” Sánchez, que fue el dos veces candidato a Intendente por la UCR en 2003 y 2007. También apoyaba al frente el ex Intendente de Villa María Horacio Cabezas. La lista llevó como candidato a Intendente a Miguel Olaviaga, que fue legislador provincial y un miembro permanente en la dirección del gremio Centro Empleados de Comercio. Los principales candidatos a Concejal fueron: el médico Carlos Gagliano, ex concejal y entonces director del Hospital Regional Pasteur; Roberto Sessarego, docente y Presidente del Comité del Departamento San Martín entre 2010 y 2012; la licenciada Nora Landart, que fue precandidata a intendente en 2007; Raúl Tenedini, empresario y veterano militante del partido; y Nicolás Marcotegui, periodista radial y perteneciente a la Juventud Radical. El primer aspirante a Tribuno de Cuentas era el abogado Gustavo Maristany, entonces Tribuno representando a la UCR y quería la reelección en el cargo. Y el candidato a Auditor Municipal fue Camilo Rodríguez, ex empleado de la Municipalidad de Villa María y ex secretario general del Sindicato de Empleados Municipales.
Y por último, el grupo denominado “Unidad y Compromiso Radical” cuyo líder era el empresario Gustavo Bustamante. Él mismo se presentó como candidato a Intendente y primer Concejal, recibiendo el asesoramiento técnico y político del abogado Miguel Ángel Veglia, tres veces Intendente de Villa María entre 1987 y 1999. Los principales candidatos a Concejal fueron: Mónica Comini, Ana Gómez, Eduardo Brondello, Matías Polo y Natalia Zayas. El primer pretendiente al Tribunal de cuentas era el contador Daniel Barotto. Y candidata a Auditora General fue Ana Vacca. Así se observa que ésta lista tenía una gran participación femenina.
Las elecciones internas del 10 de abril de 2011 dieron como ganador al Frente de Integración Radical con el 44% de los votos. Le siguieron Unidad y Compromiso con el 32% y el Grupo Almagro con el 24%. De ésta forma quienes participaron de la conformación de la lista de la UCR en las siguientes elecciones municipales, fueron las dos primeras tendencias, al no alcanzar el Grupo Almagro el mínimo del 25% impuesto por la Carta Orgánica Partidaria para la representación en cargos públicos. Por otra parte las candidaturas debían cumplir con el cupo de participación de género prevista en tal Carta Orgánica.
De esta forma, la lista del radicalismo quedó conformada por el candidato a Intendente Miguel Olaviaga; principales candidatos a concejales, en orden decreciente: Carlos Gagliano, Nora Landart, Gustavo Bustamante, Mónica Comini, Roberto Sessarego, Ana Gómez y Raúl Tenedini; candidato a Tribuno de Cuentas Gustavo Maristany; y postulante a Auditor General Camilo Rodríguez.
Finalmente la elección municipal ocasionada el 26 de Junio de 2011 dio como ganador al frente Unión por Córdoba – Frente para la Victoria, segundo salió el Partido Villamariense y tercero la Unión Cívica Radical, con los siguientes resultados: “El intendente Eduardo Accastello fue reelecto ayer con el 54,34% de los votos quedando en segundo lugar Raúl Costa con el 20,82%, mientras que Miguel Olaviaga se ubicó tercero con el 17,07% de los sufragios.”[5]
Con ese resultado el oficialismo se quedó con la Intendencia, la mayoría del Concejo Deliberante con 7 miembros, y la Auditoría General. El Partido Villamariense pudo introducir tres concejales al cuerpo legislativo y un Tribuno de Cuentas. En el caso de la UCR, entraron al Concejo Carlos Gagliano y Nora Landart, además de la reelección en su cargo del Tribuno de Cuentas Gustavo Maristany.
Aunque el resultado electoral para el radicalismo no fue provechoso, y no fue lo esperado por todos sus miembros, cabe destacar que dentro del partido la tendencia conocida como Frente de Integración Radical quedó posicionada como hegemónica. La victoria en las elecciones internas del partido, y el hecho de que los tres funcionarios públicos que introdujo responden a su grupo, los integrantes del FIR se convirtieron en ese contexto en los más poderosos de la UCR de Villa María. Estaban en mejor posición para imponer mayor cantidad de miembros en el Comité de Circuito. De esta forma, la Coalición Dominante del partido tendría como predominante al Frente de Integración Radical.
3 - LA CONSOLIDACIÓN DE LA COALICIÓN DOMINANTE Y LA PUJA POR EL PODER
Los equilibrios de poder en el interior de la coalición dominante pueden alterarse si uno de los líderes, o algunos actores, consiguen controlar zonas de incertidumbre de importancia, posicionándose mejor en la pelea interna por el liderazgo partidario. Según Panebianco[6] la coalición es siempre una construcción precaria, que puede disolverse cuando choca con nuevas fuerzas externas, al perder las zonas de incertidumbre, o cuando surgen conflictos internos que distancian a sus miembros y se disgrega el acuerdo preexistente.
En el caso de la UCR de Villa María, se mencionó en el capítulo 2 que la tendencia interna que mejor se posicionó fue el Frente de Integración Radical. La prueba para demostrar su verdadero poder fue en el marco de la renovación de autoridades partidarias. En el año 2012 se terminaba el período de presidencia del Comité de Circuito por parte de Felipe “Kililo” Botta, quien llegó a tal cargo en 2010 a raíz de un acuerdo restringido entre los actores más destacados de ese momento. Botta había manifestado su intención de ser Presidente del Comité sólo si se realizaba una lista de consenso, lo cual fue aceptado por los concurrentes del partido y no hubo oposición al respecto.
Pero la situación en 2012 era diferente: el FIR había conquistado la mayoría de votos en la elección interna a cargos municipales el año anterior y poseía los funcionarios radicales en funciones. Decidió este grupo hacer valer su peso y pretender la dirección del radicalismo villamariense. A inicios del 2012 se reunieron informalmente representantes de las tres tendencias que compitieron en la interna anterior para hablar sobre la nueva conformación del Comité de Circuito. En la plática, los tres grupos estuvieron de acuerdo en no realizar una elección interna para ocupar la organización. Ello puede explicarse porque ninguno de los participantes quería asumir los costos que (como se mencionó en el capítulo 1) significaba una elección interna. Además no se especulaba con un cambio de resultado con respecto a la anterior elección: en menos de un año es poco probable que se produjera una modificación de las posiciones de los grupos.
Así, se pactó formar una lista de consenso para ocupar los cargos partidarios. Pero el Frente de Integración Radical quería en la misma lista el cargo de Presidente del Comité y una mayoría de Secretarios. Los otros dos grupos aceptaron las condiciones, pactando poner en la Vicepresidencia primera a un miembro de la tendencia que salió segunda en 2011 (Unidad y Compromiso) y la Vicepresidencia segunda al tercer grupo.
La lista conformada fue: la presidencia la ocupó la abogada Silvia Balderramos, quien tuvo una participación activa en la interna a favor del FIR; Vicepresidente primero el contador Marcelo Barotto de Unidad y Compromiso; Vicepresidente segundo el médico Jorge “Coco” Fiol del Grupo Almagro. Y los Secretarios titulares fueron: Mercedes Valle, el contador Jorge Grasso, Fernanda Díaz (hija del candidato a Legislador provincial por el Departamento San Martín), el periodista Nicolás Marcotegui, y Adrián Cettra del Frente de Integración Radical; Ivanna Youn, Romeo Benzo (el ex candidato a Intendente del partido Recrear en 2003) y Pablo Salvador por Unidad y Compromiso; Sonia Oddino y Alberto Bonano por el Grupo Almagro. Así, el FIR se quedó con la presidencia del Comité y con la mayoría de los secretarios titulares.
Fue el 5 de julio de 2012 cuando asumieron las nuevas autoridades del partido. Sucedió en el marco de un acto en la Casa Radical de Villa María, en el que se dio el traspaso de autoridades: “El Comité de Circuito y Departamental de la Unión Cívica Radical comenzará el jueves una nueva etapa con la asunción de las autoridades surgidas de una lista de unidad. Ese día, tendrá lugar el acto de traspaso de mando a la conducción liderada por Silvia Balderramos, en Villa María, y por Claudio Beletti, en el Departamento General San Martín.”[7] Los nuevos integrantes del Comité tenían previsto manifestar la necesidad de mayor participación de la gente, y con una pretensión de unidad partidaria: “Con expectativas, los integrantes de las listas del consenso, esperan el momento de poner en marcha una serie de proyectos que vienen analizando desde hace un tiempo. El llamado a la participación será uno de los hilos conductores de los discursos que se esperan para el acto del jueves programado para las 20.30.”[8] Sin embargo, inmediatamente la presidenta del radicalismo vociferó su intención de trabajar con los integrantes de su línea interna y los funcionarios radicales que pertenecían al FIR: “Balderramos, quien será secundada por Marcelo Barotto y Coco Fiol, destacó, consultada por la periodista de EL DIARIO, que “seguirán trabajando activamente con sus representantes en el Concejo (Nora Landart y Carlos Gagliano) y el tribuno Gustavo Maristany.”[9]
Al año siguiente, más precisamente el 29 de abril, la presidenta Silvia Balderramos inauguró las remodelaciones en la Casa Radical, cumpliendo uno de los proyectos planeados que se hacían manifiesto anteriormente: “La presidenta del comité de circuito de Villa María de la Unión Cívica Radical (UCR), Silvia Balderramos, anoche dejó inauguradas oficialmente las remodelaciones de la casa radical de la calle Tucumán al 1000. Junto a Marcelo Barotto y Coco Fiol, quienes la secundan en la conducción de la UCR local, y ante cerca de un centenar de personas, Balderramos explicó en qué consistieron las reformas del edificio.”[10] Éste proyecto pudo tener como objetivo central una incentivación a la participación, a convocar mayor cantidad de personas al partido, o sea, estimular incentivos colectivos de participación social. Todo esto haría pensar que en la coalición dominante de la UCR de Villa María hay una unidad de identidad e ideología que impide la querella interna. Pero no es así.
Panebianco[11] sostenía que los partidos políticos pasan desde su origen a la madurez una especie de transformación. Primero existe un sistema de solidaridad, donde hay una comunidad de iguales, hay fines comunes, una intensa participación y gran cooperación entre los miembros. Luego en los partidos se da un sistema de intereses, en el cual los fines de los participantes son divergentes, se da una competición para satisfacer los intereses divergentes, y con el tiempo se produce una profunda desigualdad entre los miembros. La transición del primer momento al segundo se produce en un marco de institucionalización de la organización, que significa la estabilización, burocratización, y repetición de una rutina cotidiana. Así, con la institucionalización se pasa de una fase en la que el partido, que inicialmente era un sistema de solidaridad con fines oficiales, se transforma en un sistema de intereses que desarrolla una tendencia oligárquica. Los incentivos colectivos iniciales relacionados con la identidad partidaria, son reemplazados por incentivos selectivos de cada uno de sus miembros.
Todas estas características de los partidos políticos se manifestaron en la UCR de Villa María en el marco de las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), convocada para el 11 de agosto de 2013, para elegir los candidatos a Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical por la provincia de Córdoba. Fue en éste contexto donde la puja de poder interno del partido se reactivó cuando los principales integrantes de la tendencia Frente de Integración Radical se reunieron con un gran referente dentro del radicalismo de Córdoba: Miguel Ángel Abella, ex intendente de Río Cuarto y ex candidato a Vicegobernador de la provincia en 1998. Abella pretendía liderar una lista de candidatos a diputados nacionales, oponiéndose al acuerdo de dos grandes líderes radicales: Ramón Mestre (hijo), ex Senador y actual Intendente de Córdoba Capital, y Oscar Aguad, ex candidato a Gobernador de Córdoba en 2003 y 2011, y actual Diputado Nacional por Córdoba. Éstos dos pactaron una alianza para reelegir por tercera vez como candidato a diputado al mismo Aguad. Muchos radicales de la provincia se opusieron al acuerdo porque interpretaron que tal candidatura violaba la Carta Orgánica Partidaria.
Entre los opositores a Aguad estaban los integrantes del FIR de Villa María, que incentivaron a la actual concejal Nora Landart a integrar la lista opositora que Abella buscaba realizar. Tal lista de precandidatos a diputados nacionales fue la 3 – C para las PASO, se denominó “Cambio Radical” y estaba compuesta por los siguientes actores: en primer lugar Miguel Abella; segunda Alicia Migliore, integrante del Grupo Línea Córdoba, liderado por el ex gobernador Eduardo Angeloz; en tercer lugar Antonio María Hernández, quien es Doctor en Derecho Constitucional; cuarto Sergio Favot, ex intendente de Villa General Belgrano; y en quinto lugar se ubicó la concejal Nora Landart de Villa María.
La interna provincial en esta ocasión manifestaba que la UCR de Córdoba no tiene objetivos comunes, ni igualdad de condiciones de sus miembros, ni hay incentivos colectivos que guían al partido, sino más bien unos incentivos selectivos por parte de ciertos líderes, como Oscar Aguad, que antepuso su interés de mantenerse como Diputado Nacional aún en contra de muchos partidarios. Un acto elitista y oligárquico, como fue el pacto de Mestre y Aguad, motivó a varios referentes del partido a proponer otra lista opositora. Se vislumbra de esta forma una desunión ideológica, programática, de principios, de facciones y tendencias que hacen luchar internamente a distintos grupos y líderes del radicalismo.
La rivalidad en el interior de la UCR de Villa María se manifestó cuando el líder del grupo Unidad y Compromiso Radical, el empresario Gustavo Bustamante, no se unió al pacto de Abella y el FIR, y decidió apoyar a Oscar Aguad en su campaña. Así se evidencia la tensión de la Coalición dominante del radicalismo villamariense, al posicionarse en otro lado de la interna el grupo de Bustamante, que debe recordarse, es el segundo en importancia después de la interna local en 2011. El líder de esta tendencia decidió alinearse unipersonalmente con Aguad, a tal punto de posicionarse como su anfitrión en Villa María: “El candidato a diputado nacional por la línea interna radical “Confluencia”, Oscar Aguad, estará el próximo jueves de campaña en Villa María. El anfitrión del actual legislador, en su arribo a la ciudad, será el exprecandidato a intendente Gustavo Bustamante”[12]. La lista a la que se unió es la 3 – A, titulada Confluencia Radical, y estaba integrada por los siguientes candidatos: primero Oscar Aguad; segunda Soledad Carrizo, joven ex intendenta del municipio de Quilino; el abogado Diego Mestre, hermano del Intendente de Córdoba; el Intendente de la localidad de La Cautiva, Gerardo Bellocq; luego siguieron sucesivamente: Brenda Austin, Marco Antonio Giraudo, Daniel Oviedo, Silvia Cagnotti, Juan Rujinsky entre otros. Bustamante ocupó su lugar en la lista como primer candidato suplente.
Ahora bien, analizando la participación de los villamarienses Nora Landart y Gustavo Bustamante como candidatos a diputados nacionales, se debe reconocer que el incentivo selectivo de cada uno no es el cargo a diputado, ya que ambos tenían escasas posibilidades de llegar al Congreso de la Nación. En el caso de Landart era la candidata número 5 de su grupo Cambio Radical, donde era muy difícil vencer a la lista de Aguad en la interna, incluso si vencía a Confluencia Radical ésta pondría a sus candidatos en un lugar privilegiado de la lista, por lo que Landart hubiese quedado en un lugar más abajo. Además también era difícil para la lista 3 – C superar el piso del 25% de votos internos impuesto por la Carta Orgánica para la participación en las candidaturas. En el caso de Gustavo Bustamante, aunque integraba el grupo favorito para ganar la elección interna, su lugar era de primer candidato suplente, teniendo en cuenta que en la lista hay 9 candidatos titulares, y era imposible que el radicalismo pudiera introducir los 9 titulares, ya que en Córdoba se elegían nueve Diputados Nacionales en competencia con otros partidos políticos.
Así, el incentivo selectivo de los villamarienses Nora Landart y Gustavo Bustamante no era el cargo a diputado nacional. Sino más bien, los incentivos selectivos aquí están vinculados a un mejor posicionamiento en el radicalismo de Villa María, o sea mayor prestigio, mayor poder interno dentro de la organización, con el cual negociar posteriormente un cargo de privilegio en el futuro, imponer sus candidatos, o también hacer valederas sus decisiones en el interior del partido. De ésta forma, los dos precandidatos buscaban con su presencia en las listas provinciales, un mayor poder personal en la UCR de Villa María.
Las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 12 de agosto de 2013 dieron como ganador a Unión Por Córdoba, con la lista titulada Movimiento Unidad Peronista, liderada por el ex gobernador Juan Schiaretti y la periodista Blanca Rossi con 431.835 sufragios (77,66% dentro de Unión Por Córdoba) y Frente Renovador, que llevaba al Intendente de San Francisco Martín Llaryora y María José Viola, lograba 124.201 votos (un 22,34%).
Segunda en la elección salió la UCR con la lista 3 – A de Aguad, Carrizo y Mestre con 321.490 sufragios (un 77,98% dentro de la interna), mientras que la lista de Cambio Radical C, con Miguel Abella a la cabeza, sumaba 68.710 votos (16,67% en la interna) e Identidad Radical I, que encabezaba Dante Rossi, lograba 22.089 votos (5,35% de la elección interna). De esta forma la única lista de precandidatos que se impuso para participar en las elecciones del 26 de octubre de 2013 fue Confluencia, liderada por Aguad, Carrizo y Mestre. Las demás listas no pudieron lograr la minoría del 25% que impone la Carta Orgánica Partidaria para lograr participar en la representación.
Tercero en la PASO resultó el PRO con el ex árbitro Héctor Baldassi como primer candidato a diputado con 225.591 voluntades, un 12,15%. En cuarto lugar quedó Frente Para la Victoria liderado por la ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, Carolina Scotto con 201.972 sufragios, un 10,88%. Quinta salió la alianza Fuerza de la Gente, liderada por la legisladora Olga Riutort que obtuvo 126.506 votos, el 6,81%. Sexto resultó el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, encabezado por Liliana Olivero y Hernán Puddu, sumaba 104.170 votos, un 5,61%. Séptimo fue el Frente Progresista Cívico y Social con Ernesto Martínez a la cabeza, que obtuvo 61,649 sufragios, el 3,32%. El octavo puesto lo tuvo Coalición Cívica cuyo primer candidato era Roberto Cucui, que se quedó con 46.428 votos, un 2,50%. Noveno resultó el Encuentro Vecinal Córdoba con un 2,23%. Por último, quienes no pudieron participar en las elecciones de octubre fueron los frentes Es Posible, liderado por el ex ministro Domingo Cavallo con el 1,28% y Movimiento al Socialismo con el 1,26%.[13]
Volviendo a la situación de la UCR en Villa María, la victoria obtenida por Confluencia Radical en la interna provincial otorgó al precandidato Gustavo Bustamante una posición de mayor prestigio, más presencia en la prensa, y el privilegio de haber ganado la interna. La alegría fue expresada por el mismo Bustamante: “Calculadora en mano, el integrante de la lista de Aguad Gustavo Bustamante sumó los votos obtenidos por las tres listas de la UCR en el departamento y consideró que la diferencia con el Frente para la Victoria no era un obstáculo difícil de superar con la mira puesta en octubre. “Tenemos menos de dos mil votos de diferencia, fue una elección pareja y estamos muy contentos”, (…)“Vamos a sumar a todos, vamos a realizar una amplia convocatoria”, afirmó en referencia a los radicales que avalaron a las boletas de Abella y Rossi. “Hicimos una muy buena elección, estamos muy contentos con los resultados obtenidos sumando las tres listas y más teniendo en cuenta que nos enfrentamos a los aparatos del oficialismo”, dijo. (…) “Estamos acostumbrados a las internas, el ciudadano eligió la lista de Aguad y fue contundente. Ahora vamos a trabajar todos juntos como lo hicimos siempre”.[14]
De esta forma, la puja de poder interior de la Coalición Dominante de la Unión Cívica Radical de Villa María se manifestó de forma tal que el grupo hegemónico interno, el Frente de Integración Radical, perdió en la elección interna provincial del radicalismo en el año 2013. Mientras que el líder de la tendencia Unidad y Compromiso, Gustavo Bustamante, obtuvo una victoria que podría ubicarlo en una posición de privilegio, mayor presencia en los medios, y una carrera ascendente que podría culminar en el futuro con la ubicación de su grupo en la primera fila de la Coalición Dominante del partido.
4 - EL RADICALISMO EN EL MARCO DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES.
El sistema electoral de Villa María prevé la elección del Intendente de la Ciudad mediante el sistema de mayoría relativa, o sea quien salga primero en la votación obtiene la investidura del gobierno local. En la Carta Orgánica Municipal se expresa de la siguiente manera: “La elección del Intendente se hará por voto directo y a simple pluralidad de sufragios”[15]
Con respecto al Concejo Deliberante se establece que los partidos políticos presenten una lista compuesta de 12 candidatos titulares y 12 suplentes. Tal lista es cerrada y no bloqueada, de manera tal que el votante puede votar por un partido y alterar el orden de los concejales: “El elector votará por una de las listas oficializadas, pero podrá alterar el orden de los candidatos según su preferencia”[16]. Las bancas a ocupar en el Concejo dan de forma tal que el partido ganador se queda con la mitad más uno de los Concejales, o sea 7 miembros. Así, este sistema de mayoría relativa otorga una clara sobrerrepresentación de la mayoría, para mejorar la gobernabilidad, de manera tal que los proyectos de ordenanza propuestos por el Intendente pueden obtener la aprobación de sus partidarios en el Parlamento, quienes poseen la mitad más uno de las bancas. Los cinco puestos de Concejal restantes se reparten mediante sistema proporcional del cociente, mejor dicho el de D’Hont entre las demás fuerzas políticas. El artículo 196 inciso 4 establece una barrera limitativa para la representación en el que los partidos tienen que poseer más del 1% de los votos para obtener una banca.
Además, el sistema electoral prevé la elección directa de órganos de control. Uno de ellos es el Auditor General que es elegido a simple pluralidad de sufragios, o sea por mayoría relativa[17]. El otro órgano es el Tribunal de Cuentas que se compone de tres miembros, por lo que los tres primeros partidos en la votación obtienen un Tribuno cada uno de ellos: “La elección de miembros del Tribunal de Cuentas será uninominal, se realizará en boleta separada (…) y resultarán electos los tres candidatos titulares que obtengan mayor número de votos, siempre que supere el seis por ciento de los votos válidos emitidos”[18]. Así, se establece que la oposición posea la mayoría del Tribunal para cumplir mejor su función de controlar los gastos, caudales, recaudación, balance de cuentas, entre otras cosas, del Estado municipal.
Todos los funcionarios mencionados ocupan su cargo durante cuatro años, con la posibilidad de reelección por un período consecutivo. A continuación se observará la participación de la UCR en las últimas votaciones de Villa María para Intendente, Concejales, Auditor General y Tribunal de Cuentas.
En las elecciones del año 2003 se presentó como candidata al gobierno local por el oficialismo Nora Bedano, quien fuera la esposa del anterior Intendente Eduardo Accastello. A tal candidata la apoyaba la alianza Unión Por Córdoba, cuya fuerza mayoritaria era el Partido Justicialista. También apoyaba como candidata a Intendente a Bedano un partido vecinalista llamado Juntos por Villa María, que su lista de concejales era liderada por Daniel Climaco. El radicalismo se presentó liderado por José “Bachicha” Sanchez, quien se presentó como candidato a Intendente y primer concejal. Otra fuerza era Unión Por Villa María, que llevaba como candidato a Intendente al ex concejal radical, Miguel Maceda. Izquierda Unida estaba liderada por el arquitecto Oscar Massanet. Por el partido de Elisa Carrió, ARI, se presentó Carlos Pucci. Por RECREAR, el partido del ex ministro de Economía de la Nación López Murphy, se presentó en Villa María el abogado Romeo Benzo. Y el Partido Intransigente estaba liderado por el abogado Carlos Durán como candidato a Intendente.
El resultado de la elección municipal del 14 de setiembre de 2003 fue el siguiente: Nora Bedano electa como Intendente por el 40,84% (14.015 sufragios). En segundo lugar quedó el radicalismo con Bachicha Sanchez con el 30,03% (10.307 votos). Juntos por Villa María liderado por Maceda obtuvo el 10,11% (3.469 sufragios). Después siguieron en orden decreciente: Izquierda Unida 6,39%; Partido Intransigente 6,05%; Recrear 3,50%; y ARI el 3,08%[19].
Con ese resultado, en 2003 el Concejo Deliberante quedó conformado por 7 concejales de Unión Por Córdoba (Carlos Pizzorno, Julio Ferro, Javier Suppo, Daniela Lucarelli, Martín Gill, Gustavo Magrín y Héctor Muñoz); el radicalismo se convirtió en primera minoría con 3 ediles (Sergio Gilabert, José Sánchez, y Karina Bruno), y con bancas unipersonales quedaron Juntos por Villa María (Darío Capitani) y por Unión por Villa María (Daniel Climaco) que éste último apoyaba al oficialismo. Tribunal de Cuentas quedó compuesto por Omar Ramonda de la UCR, José Escamilla por el oficialismo y Alberto Lattanzi por Juntos Por Villa María. El Auditor General fue José Carignano.
Hacia las elecciones municipales de 2007, decidió volver a presentarse a la Intendencia Eduardo Accastello, líder del peronismo local, que había sido precandidato a Gobernador en la interna de Unión Por Córdoba, pero abandonó la contienda dejando como candidato al Gobierno Provincial al entonces Vicegobernador, Juan Schiaretti. Pero dentro del peronismo de Villa María no todos aceptaron como candidato a Accastello. Quien fuera un gran referente dentro de ese partido, Raúl Costa, que fue concejal y legislador provincial, se presentó como candidato a Intendente pero no por dentro de Unión Por Córdoba, sino por el partido Democracia Cristiana. Así, el peronismo se presentó dividido en las elecciones de 2007.
En el caso del radicalismo, el ex candidato a la Intendencia, José Sanchez, venció en elecciones internas a su rival Nora Landart, por lo que se presentó una vez más como aspirante al gobierno. Para competir contra el oficialismo con su fuerte candidato, “Bachicha” Sanchez decidió realizar una alianza entre la UCR, el Frente Cívico (del candidato a Gobernador de Córdoba, Luis Juez) y el ARI (partido de la diputada nacional Elisa Carrió). La alianza tomó el nombre de Frente Cívico y Social.
El resto de los candidatos a Intendente fueron: el entonces concejal Daniel Climaco por Unión Por Villa María; el concejal Darío Capitani por Proyecto Villa María; Néstor Gea por Movimiento Socialista de los Trabajadores; y Juan Ksen por el Partido Intransigente.
El resultado de la elección municipal del 20 de julio de 2007 dio como ganador a Eduardo Accastello de Unión Por Córdoba con el 34,03% (12.654 votos); segundo Raúl Costa por Democracia Cristiana el 29,30% (10.893 sufragios); en tercer lugar José Sánchez del Frente Cívico y Social con el 25,72% (9.562 votantes); cuarto Daniel Climaco que obtuvo el 3,60% (1.338 sufragios); quinto Darío Capitani con 3,28% (1.218 voluntades); sexto Néstor Gea que tuvo 3,06% (1.136 votos); y último Juan Ksen con el 1,02% (381 sufragios). El Concejo Deliberante quedó conformado de la siguiente forma: por Unión Por Córdoba siete concejales (Héctor Muñoz, Franco Mignola, Mildren del Sueldo, Javier Suppo, José Escamilla, Verónica Vivó y Mario García), por Democracia Cristiana tres concejales (Alejandro Balanza, Rosa Cámpora y Ricardo Pereyra) y dos ediles del Frente Cívico y Social (Miguel Zandrino y Carlos Andrada). Al Tribunal de Cuentas lo integraron Hugo Fernández por el oficialismo, José Naselli por Democracia Cristiana, y el radical Francisco Maristany. José Carignano fue reelegido como Auditor General.
El resultado de 2007 fue frustrante para los radicales. No sólo que perdió la posición de primera minoría, sino que también poseía una sola banca del Concejo Deliberante que respondía a su partido, la de Miguel Zandrino. En 2009 la otra banca del Frente Cívico y Social, que era la de Carlos Andrada, se desprendió y formó un bloque unipersonal. La frustración del radicalismo se expresó después del comicio mediante su candidato José Sánchez: “El actual concejal del radicalismo lloró en un par de ocasiones, sobre todo cuando sus seguidores le brindaron palabras y gestos de gran afecto. Y admitió, con humildad, su derrota. (…) “Creemos en la decisión soberana de la gente”, subrayó. Y expresó que “la madre de esta derrota soy yo. Me hago responsable absolutamente de todo lo ocurrido”[20].
Para las elecciones de 2011 el Intendente Eduardo Accastello decidió volver a presentarse para reelegirse en el cargo. Contaba como apoyo no sólo al frente al que pertenecía, Unión Por Córdoba, sino también al Frente Para la Victoria del Gobierno Nacional para su campaña. Por su parte, quien salió segundo en 2007, Raúl Costa, formó una alianza política titulada Partido Villamariense, formada por la Democracia Cristiana, Proyecto Villa María de Darío Capitani, y otros grupos menores. Por la UCR se presentó el ex legislador provincial Miguel Olaviaga (como se mencionó en el capítulo 2). El Movimiento Socialista de los Trabajadores llevó nuevamente al docente Néstor Gea. Se presentaron también muchos candidatos a Intendente por fuerzas menores: Marcelo Fita, quien quiso hacer interna dentro del peronismo, finalmente se presentó por fuera de Unión Por Córdoba; el concejal Carlos Andrada se presentó unipersonalmente con un partido llamado Ateneo Eva Perón; nuevos candidatos vecinalistas en la arena política fueron Jorge Luque, Mónica Sonzini, Leandro Moroncini y Silvio Molina.
La elección del 26 de junio de 2011 dio como ganador por amplio margen a Unión Por Córdoba cuyo candidato a Intendente era Eduardo Accastello con el 54,34% (23.663 votos). En segundo lugar quedó Raúl Costa con el 20,82% (9.065 sufragios). El radicalismo salió tercero nuevamente con el 17,07% (7.434 voluntades). Luego siguieron: Carlos Andrada 2,32%; Néstor Gea 1,43%; Mónica Sonzini 1,11%; Jorge Luque 0,64%; Silvio Molina 0,57%; Leandro Moroncini 0,48%[21]
Al Concejo Deliberante lo integraron: siete concejales por Unión Por Córdoba (José Escamilla, Mónica Lazos, Mauro Beltrami, Verónica Navarro, Mario García, Graciela Zayas, y Rafael Sachetto), 3 ediles del Partido Villamariense (Ricardo Pereyra, Georgina Etchegaray, y Darío Capitani) y 2 miembros de la UCR (Nora Landart y Carlos Gagliano). El Tribunal de Cuentas quedó compuesto por José Naselli del Partido Villamariense, Gustavo Maristany del radicalismo y presidido por Carlos De Falco de Unión Por Córdoba.
Si bien la UCR salió tercera en 2011, como en 2007, en ésta ocasión logró introducir dos concejales que respondían a su partido. Es más, los ediles por el Partido Villamariense se dividieron: Ricardo Pereyra y Georgina Etchegaray Formaron bloques unipersonales aliados al oficialismo en 2012. Así, el radicalismo se convirtió en la primera minoría del Concejo Deliberante y el líder de la oposición.
Sin embargo, en términos electorales, la participación de la UCR en Villa María fue cada vez peor: en 2003 10.307 votos; en 2007 9.562 sufragios; y en 2011 7.434 votantes. De esta manera, la tendencia electoral del radicalismo es decadente y su peso disminuyó con el paso del tiempo. A pesar de que se mantiene en Villa María como uno de los partidos políticos más poderosos, ese poder se ve cada vez menos representado en las elecciones, por lo que la tendencia en el futuro comicio es que la UCR no pueda conseguir un caudal de votos semejante como para cambiar el panorama político de la Ciudad y llegar al gobierno local.
Si bien cabe destacar que para 2015, el fuerte candidato de Unión Por Córdoba, Eduardo Accastello, no podrá presentarse nuevamente para la intendencia, por el impedimento de la Carta Orgánica Municipal a reelegirse por un segundo período. Esto abre la esperanza de los partidos de la oposición, principalmente el Partido Villamariense y la UCR, a proyectar una intensa campaña para llegar al gobierno de la Ciudad. Así, el panorama para 2015 está por decidirse, y el radicalismo, como siempre, mantiene esa ilusión de volver a ser el Partido Predominante de los ‘80 y ’90.
CONCLUSIÓN
La estructura de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Córdoba es de forma piramidal compuesta por distintos órganos cada uno de ellos autónomo en sus funciones y con la posesión de ciertos atributos particulares. Tales órganos son en orden de mayor a menor: el Congreso Provincial, que es la asamblea general del partido y la incluyen los representantes de los Departamentos; el Comité Central de la provincia, cuyo presidente es el líder máximo y portavoz del partido; los Comités Departamentales; los Comités de Circuito y Comités de Subcircuito. Los miembros de todos estos órganos duran dos años en su función, y una vez cumplido el período se renuevan todas las autoridades.
En el caso de Villa María, la Coalición Dominante del partido tuvo como origen la elección interna para cargos municipales en 2011. En la misma se presentaron tres tendencias: Frente de Integración Radical, Unidad y Compromiso, y Grupo Almagro. La victoria del FIR en la elección interna le permitió fijar al candidato a Intendente, los primeros aspirantes al Concejo Deliberante, y candidatos a los órganos de control: Tribuno de Cuentas y Auditor General. Aunque el partido perdió la elección municipal, los dos concejales introducidos y el tribuno de cuentas respondían al grupo hegemónico.
El prestigio y la posición de poder del Frente de Integración Radical le permitió al año siguiente ir a ocupar una posición predominante en la renovación de las autoridades Comité de Circuito de Villa María. Así el FIR se quedó con la presidencia, ocupada por Silvia Balderramos y la mitad de los secretarios titulares.
En el año 2013 comenzó la puja interna dentro de la Coalición Dominante de la UCR. Fue en el marco de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. El FIR se alió al radicalismo de Río Cuarto, liderado por Miguel Abella, presentando una lista propia de precandidatos a diputados nacionales, oponiéndose al pacto de dos grandes referentes de Córdoba Capital: Ramón Mestre hijo y Oscar Aguad. Mientras tanto, Gustavo Bustamante, el líder de la tendencia Unidad y Compromiso de la UCR villamariense, apoyó a Oscar Aguad como candidato a diputado nacional. De esta forma se reavivó la disputa interna del radicalismo de Villa María.
La victoria en las PASO del grupo liderado por Aguad, titulado Confluencia Radical, impidió al FIR participar de la lista de candidatos a diputados nacionales por Córdoba. Mientras que el líder de la tendencia Unidad y Compromiso con la victoria se posicionó mejor en Villa María, obtuvo prestigio interno y mayor protagonismo en la prensa. Así, se abrió una brecha en la Coalición Dominante de la UCR de Villa María que en el futuro puede cambiar la posición de las facciones internas del partido.
Por otra parte, la participación de la Unión Cívica Radical en las últimas elecciones municipales villamarienses fue cada vez más declinante. Pasó de 14.015 votos en 2003, a 9.562 votantes en 2007, y 7.434 votos en 2011. La UCR se conformó de la primera fuerza de la oposición a la segunda, con tres concejales en 2003, uno en 2007 y dos en 2011. Por lo tanto, la posición del radicalismo de Villa María es de debilidad en comparación con las décadas del ‘80 y ’90 donde era el partido predominante.
La tendencia electoral es que la UCR no pueda ganar las futuras elecciones municipales a no ser que pueda obtener el doble o el triple de votos obtenido en los comicios anteriores. Pero una ilusión se abre para los radicales para 2015: según la Carta Orgánica Municipal, el fuerte candidato del predominante frente Unión Por Córdoba, Eduardo Accastello, está impedido a reelegirse por otro período. Así, los radicales pueden esperanzarse para luchar con ímpetu en la siguiente elección, tratando de vencer para volver a ocupar el sillón de Viñas, o sea, regresar a ejercer el gobierno de la Ciudad de Villa María.
BIBLIOGRAFÍA
· Carta Orgánica de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Córdoba.
· Carta Orgánica Municipal de la Ciudad de Villa María
· Ferrero, Roberto. Breve historia de Córdoba. Editorial Alción, Córdoba, 1999.
· La Voz del Interior. Córdoba. Nuestra Historia. Keegan Ediciones, 2000.
· Míchels, Robert. Los Partidos Políticos. Amorrortu. Buenos Aires, 1996.
· Nohlen, Dieter. Sistemas electorales y partidos políticos. Fondo de Cultura Económica. México, 1992.
· Panebianco, Angelo. Modelos de Partido. Alianza Universidad.
· Sartori, Giovanni. Elementos de teoría política. Alianza Editorial. Madrid, 2001.
· Sartori, Giovanni. Partidos y Sistemas de Partidos. Alianza Editorial. Madrid, 1992.
[1] Carta Orgánica de la Unión Cívica Radical de la Provincia de Córdoba. Artículo 3. [2] Ídem. Artículo 47.
[3] Panebianco, Angelo. Modelos de Partido. Alianza Universidad.
[4] El Diario del Centro del País. “UCR- Rumbo a las internas para los cargos electivos”. 10 de marzo de 2011.
[5] El Diario del Centro del País. “Aplastante triunfo de Eduardo Accastello”. 27 de junio de 2011.
[6] Panebianco, Angelo. Modelos de Partido. Alianza Universidad. Páginas 91 – 92.
[7] El Diario del Centro del País. “UCR - En un acto en la casa de Tucumán al 1000. El jueves asumen las autoridades locales”. 2 de Julio de 2012.
[8] Ídem.
[9] Ídem.
[10] El Diario del Centro del País. “Inauguraron las reformas del comité radical”. 30 de abril de 2013.
[11] Panebianco, Angelo. Modelos de Partido. Alianza Universidad. Páginas 54 – 57.
[12] El Diario del Centro del País. “Aguad estará el jueves en la Villa”. 9 de julio de 2013.
[13] Extraído de El Diario del Centro del País. “PASO - La decisión en Córdoba. Schiaretti: “Este respaldo no nos hará caer jamás en la soberbia”. 12 de agosto de 2013.
[14] El Diario del Centro del País. “Satisfacción en las filas de Aguad: “Vamos a sumar a todos". 13 de agosto de 2013.
[15] Carta Orgánica Municipal de la Ciudad de Villa María. Artículo 195.
[16] Ídem. Artículo 196, inciso 2.
[17] Ídem. Artículo 165.
[18] Ídem. Artículo 152.
[19] El Diario del Centro del País. “Bedano alcanzó el 40,84% de los votos”. 15 de setiembre de 2003.
[20] Ídem. “Creo en la decisión de la gente”. 30 de julio de 2007.
[21] Ídem. “Aplastante triunfo de Eduardo Accastello”. 27 de junio de 2011.
Comments