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Historia de los barrios villamarienses

  • Foto del escritor: Luciano Cerioli
    Luciano Cerioli
  • 8 abr 2020
  • 54 Min. de lectura

1 – INTRODUCCIÓN.


Desde su fundación en 1867 hasta la actualidad, la Ciudad de Villa María no ha detenido su crecimiento demográfico: mientras que en 1895 tenía 2.212 habitantes, hacia 2001 ya poseía 73.581. Paralelamente al crecimiento poblacional, la Ciudad se ha extendido territorialmente a lo largo de su historia. Así, desde la fundación del Radio Céntrico villamariense (o Centro Urbano, rodeado por los Bulevares de Circunvalación), según el plano de Fundación de la Ciudad, establecido primero por el ingeniero Santiago Echenique, por orden de Manuel Anselmo Ocampo, y reformulado por los señores Joaquín Pereira y Domínguez y Marcelino Arregui en 1883, se fueron construyendo en su alrededor y en sus afueras un número significativo de barrios, considerados en la actualidad como aglomeraciones urbanas fuera del Radio Céntrico de la Ciudad, pero pertenecientes a la jurisdicción de la Municipalidad o Gobierno Municipal de Villa María.

Corresponde a este libro narrar sobre los barrios surgidos en Villa María entre 1985 y 2007; dentro de ésta tarea, se incluirá establecer el origen de los mismos, el objetivo por el que fueron creados, sus características geográficas, problemáticas que tuvieron que afrontar, y las primeras instituciones que surgieron paralelamente en cada sector. Pero anterior a ello es preciso realizar un breve análisis de los períodos de surgimiento de barrios anteriores a 1985, para comparar las diferentes etapas del Crecimiento Urbano que sostuvo la Ciudad a lo largo de su historia.

El término barrio hace referencia a un…

“Agrupamiento social espontáneo que ocupa un sector determinado y diferenciado de la ciudad y cuyos integrantes mantienen entre sí contactos frecuentes y personales.

El elemento básico que lo constituye es la vivienda estable. Estrechamente vinculadas a ella se encuentran dos manifestaciones de carácter social: la escuela primaria y el comercio diario.

Otros elementos suelen acompañar a éstos esenciales, dependiendo ello de los hábitos sociales de cada comunidad, del número de habitantes y de la distancia al centro de la ciudad. El barrio permite la subsistencia de industrias de servicios locales tales como lavaderos, depósitos de materiales, estaciones de servicio, etc.”[1]

En Villa María, un barrio se establece por Ordenanza Municipal, la cual no sólo otorga nomenclatura al mismo, sino que también fija sus límites, le confiere Personalidad Jurídica y la posibilidad para sus vecinos de formar una Comisión Vecinal con el objeto de satisfacer sus necesidades.

Con respecto al objetivo por el cual los barrios fueron creados, se refiere a que existen funciones o apariencias que los creadores se propusieron a la hora de establecerlos. Así existen barrios residenciales: “El que muestra un marcado predominio de la vivienda sobre las demás funciones urbanas”[2]

Pero también se encuentran barrios jardín:

“Suburbio residencial de una ciudad, que presenta la apariencia exterior de una ciudad jardín, pero no reúne las condiciones de estructura, equipamiento, zonificación y sistema de propiedad de la tierra que caracterizan a ésta.”[3]

E incluso pueden existir zonas que alberguen habitantes cuando su función no es la de barrio residencial; un ejemplo de ello es el caso de los parques industriales:

“Porción de terreno, subdividida y desarrollada de acuerdo con un plan general, para el uso de una comunidad de empresas industriales.

Dicho plan debe incluir la construcción de calles y la instalación de servicios básicos tales como electricidad, agua, desagües, etc., y puede comprender servicios adicionales según las necesidades de las industrias que se radiquen en el parque industrial.”[4]

Y todas estas áreas se distinguen a su vez del Centro Cívico, que es “el centro principal, administrativo, cultural y de esparcimiento, de la población en su conjunto. Generalmente coincide con el centro principal de negocios.”[5]

Al Centro Cívico de Villa María se lo conoce también como Centro Urbano o Radio Céntrico, el área rodeada por los Bulevares de Circunvalación.

2 – LOS PERÍODOS DE FORMACIÓN DE BARRIOS.

La etapa de estudio de éste trabajo de investigación, la de 1985 hasta 2007, es asimismo un período particular en la formación de barrios de la Ciudad. Se parte de ésta afirmación sosteniendo el supuesto de que existen períodos en el surgimiento de barrios.

A partir de la obra de Bernardino Calvo, historiador que escribió el aparecimiento de los barrios villamarienses desde 1890 hasta 1985[6], se sostiene en éste trabajo que la creación de los mismos se da en base a períodos temporales relativamente precisos, pero que demuestran de qué manera se dio el Crecimiento Urbano de la Ciudad, desde el establecimiento del Radio Céntrico.

Es preciso por ello describir una breve síntesis de esos períodos antes de abordar el comprendido en éste proyecto.

2.1 – EL ESTABLECIMIENTO DEL RADIO CÉNTRICO

El 27 de septiembre de 1867 el Departamento Topográfico de la Provincia de Córdoba aprobó el plano de Villa María presentado por el ingeniero Santiago Echenique, por encargo del propietario del terreno, don Manuel Anselmo Ocampo. Ese plano respondía a una perspectiva rectangular delimitado en sus márgenes por avenidas de circunvalación, que con el tiempo se convirtieron en los famosos bulevares. El trazado de las calles era perpendicular y en el centro se encontraba la estación del Ferrocarril Central Argentino.

Sin embargo desde sus inicios, en la Villa los asentamientos poblacionales eran espontáneos, y no existía la demarcación de calles. Desde la fundación, Ocampo comenzó la venta de lotes en el territorio, fomentando un gran establecimiento de gente. Contribuía al crecimiento poblacional, la afluencia de comerciantes en la región producto de la creación de la estación del ferrocarril.

En 1883, los nuevos propietarios de Villa María, los comerciantes Joaquín Pereira y Domínguez y Marcelino Arregui, elevaron al Gobierno de la Provincia el nuevo plano de la Ciudad, aprobado el 16 de mayo del mismo año, estableciendo el Radio Céntrico de la Villa tal y como se conoce hoy en día. Argumentaban que el plano de 1867:

“era muy deficiente para el verdadero embellecimiento, ornato e higiene de ésta población. (…) Puntualizaban que en el primitivo plano no existía demarcada más comunicación con Villa Nueva que una calle irregular – la cortada Santa Clara (después, Garibaldi) que iba en dirección al puente proyectado y que luego se trasladó a la prolongación de la calle Corrientes”[7]

2.2 – LOS PRIMEROS BARRIOS EN LAS INMEDIACIONES DEL RADIO CÉNTRICO, 1890 – 1930.

2.2.1 – ASPECTOS PRINCIPALES.

Desde la fundación de Villa María, hasta varias décadas después, no existía una distinción precisa entre el significado de “barrio”, “pueblo” o “villa”. Ésta inicial confusión se manifestó claramente cuando surge “Villa Cuenca” la cual provocó un intenso debate en cuanto era un nuevo Municipio o debía de formar parte de Villa María.

Los primeros pobladores de barrios eran, en la mayoría de los casos, personas de condiciones humildes, trabajadores, colonos, o peones que llegaban a la Ciudad en busca de mejores posibilidades y se instalaban en las afueras de la incipiente Villa, por lo cual en muchos de los casos, el poblamiento era anterior a la fundación del barrio. Cabe recordar que las instalaciones de éstas personas se daban en condiciones ilegítimas, sin pagar al respectivo propietario del terreno el valor del lote. Por otra parte, es difícil encontrar fechas exactas de fundación de los primeros barrios: los asentamientos eran espontáneos y la venta de lotes fueron, en la mayoría de los casos, posteriores a la presencia humana en ese sector.

Los barrios que se fundaron poseían en sus orígenes el nombre del propietario de los terrenos, o de un familiar del mismo, que aparentemente era usual en aquellos tiempos (debe recordarse que la Ciudad de Villa María deviene su nombre de la hija del fundador Manuel A. Ocampo, llamada María), así encontramos por ejemplo, barrio “Picardo”, “Zavaleta”, “Villa Aurora”, etc. Los límites de cada barrio eran transitorios, sobre todo en una ciudad como ésta que se encontraba en continuo desarrollo urbano.

Por otra parte, varios de los primeros barrios surgieron a la vera de los caminos que comunicaban a Villa María con otras localidades o la zona rural. Esto se dio de esa manera tal vez porque los caminos se vinculaban estrechamente al comercio, y allí la tierra multiplicaba su valor. Así surgieron los principales barrios de éste período:

“Villa Cuenca, surgió sobre la calle principal que conducía a Villa Nueva, por entonces, una plaza fuerte del desarrollo económico regional; “La Rural”, sobre el camino que comunicaba éste centro urbano con dirección a San Francisco (…). “Pueblo Zavaleta” y “Pueblo Bonoris” en las inmediaciones del camino a Cuyo, pasando por Río Cuarto; “Villa Aurora” sobre la prolongación de la calle Buenos Aires, que conducía a los “Montes de Moyano” (…), y la calle Mendoza en su condición de camino a las “colonias”.

Contemporáneamente, surgió “Villa Emilia”, recostada sobre la calle San Juan que, por épocas, reemplazaba a la Buenos Aires en su condición con la zona rural.”[8]

2.2.2 – LOS BARRIOS QUE SURGIERON EN EL PERÍODO.

El primer barrio de Villa María fue Villa Cuenca. Su fundador, el primer Intendente de la Ciudad don Pedro Viñas, era el propietario de los terrenos al oeste del camino que conducía a Villa Nueva. Viñas intentaba crear un nuevo Centro Urbano que no formara parte de Villa María, y que albergara a personas de menores recursos. En 1890 se dirige al Gobierno de la Provincia para solicitar la aprobación de la nueva Villa, aceptada finalmente por el gobernador Marcos Juárez. Los límites de Villa Cuenca estarían ubicados entre la prolongación de la calle Corrientes y la prolongación de calle Santa Fé, y desde el Bulevar del Sud (Italia y Cárcano actuales) hasta la calle del Río Tercero (B. Ceballos y Libertador actuales). La Municipalidad de Villa María se negó a reconocer un nuevo pueblo en sus márgenes y, finalmente, el 11 de noviembre de 1891 se estableció por Ordenanza que Villa Cuenca estaría comprendida en los límites del Municipio.

El actual barrio Carlos Pellegrini fue creado por la compañía argentina de seguros contra granizos “La Rural”, propietaria del boscoso lugar, que por el nombre de la compañía el barrio mantendría esa denominación durante mucho tiempo. Desde 1905 los dueños del sector comenzaron la venta de lotes, aunque comenzó a albergar a gente humilde, de escasos recursos, que se instalaban en viviendas precarias. Contribuyó al poblamiento del barrio, la apertura de una cancha pública para carreras de caballos en 1909 y la instalación de prostíbulos por disposición municipal. Sin embargo el sector carecía de una buena planificación urbana, y fue uno de los más postergados en la instalación de alumbrado público.

Otro barrio que en sus inicios albergaba a gente de condiciones humildes era el Roque Sáenz Peña. Aquí los pobladores eran anteriores a la venta de lotes, que se instalaban en las márgenes del ferrocarril a Río Cuarto. El nombre del lugar fue siempre motivo de confusión: en la década de 1910 el sector se identificaba por el nombre de su propietario, el rosarino “Zavaleta”; en la década de 1920 el lugar pasa a propiedad de la familia Liprandi, por lo que también adoptó éste nombre; en los ’30 el barrio patrocinó por sus habitantes el nombre no oficial de “Chaco Chico”. Zona marginal y fusionada con el paisaje agrario, sus pobladores pedían a la Municipalidad la disminución de impuestos, al no contar con servicios públicos básicos, como alumbrado, limpieza y arreglo de calles, además de que varias de éstas estaban cerradas a la circulación.

Doña Aurora Pangua y Garteiz era la esposa de Martín Urquijo Careaga, uno de los principales terratenientes urbanos de Villa María. Fue el nombre de ella, “Aurora” el que adoptó el actual barrio General Lamadrid. Éste sector comenzó a poblarse a principios del siglo XX sobre las dos arterias principales que conducían a las colonias agrarias: las calles Buenos Aires y Mendoza. Sus pobladores eran inmigrantes y colonos italianos o españoles que no podían acceder a la propiedad dentro de los Bulevares de Circunvalación. La creación de la primera escuela municipal en 1917, y la inauguración del Hospital Pasteur en 1923, fomentaron la movilidad y el desarrollo del barrio. Así, “Villa Aurora” recibió una ampliación del primer servicio de alumbrado eléctrico, donde se cubrió el tramo de la calle Mendoza hasta el Hospital, y las inmediaciones del bulevar Argentino (actual Alvear); éstas eran las zonas de mayor concentración demográfica del barrio.

Una barriada surgió en los alrededores del Cementerio de Villa María, y entre los ferrocarriles hacia Córdoba y Río Cuarto: es el actual barrio General Roca, que en sus primeras décadas se lo identificaba como “La Calera” por la instalación de hornos de cal que don Enrique de Stoecklin construyó en el sector en 1905. El funcionamiento de la fábrica ocupaba a pocos trabajadores, pero le dio una gran movilidad a éste sector, por el tránsito de carga y descarga. Paralelamente se establecieron las primeras familias, algunas pertenecientes a obreros de la fábrica y otras de personas humildes, que habitaban viviendas transitorias, dispuestas irregularmente sobre baldíos, sin demarcación de calles. Por las características de ésta población, en 1917 el intendente Bernardo Seco determinó que el barrio estuviera exento de impuestos municipales.

El actual barrio General Güemes, era propiedad de los hermanos Rafael y Enrique Bonoris, comprados a Marcelino Arregui, por lo que el sector fue denominado como “Pueblo Bonoris”. Para comienzos de siglo, las familias pioneras que allí se instalaron eran casi todas de escasos recursos. Algunas de estas familias provenían de Villa Cuenca, donde el río desbordaba y dejaba a muchas personas sin vivienda. En 1914 la familia Bonoris ofreció un terreno para la construcción de la Escuela de Oficios e Industrias Rurales, que finalmente se inauguró en 1920. En 1929 se transformó en la Escuela de Artes, Oficios y Mecánica Agrícola (la popular “Escuela del Trabajo”), que tuvo mucha trascendencia en la vida social, contribuyó a la movilidad y al poblamiento del barrio.

“Villa Emilia”, situada al norte del casco céntrico, era refugio de numerosas familias auxiliadas por la municipalidad, ante las inundaciones del Río Tercero sobre la margen sur. Además era zona de tránsito a las colonias, por las calles Buenos Aires y San Juan, y de asentamiento de inmigrantes, al igual que “Villa Aurora”. El rápido crecimiento demográfico posibilitó el desarrollo del barrio, incorporando algunos servicios municipales, principalmente el alumbrado público, en las calles San Juan, Vélez Sarsfield, Catamarca y Santa Fé. En 1930, uno de los mayores propietarios del sector, el gobernador Amadeo Sabattini, solicitó la aprobación del plano del barrio que llevaría su nombre: “Villa Sabattini”, en el norte de “Villa Emilia”.

2.2.3 – INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD EN LOS BARRIOS.

En la década del ‘20 cobró importancia municipal el tema de creación de los barrios, a raíz de la falta de planificación urbana en el surgimiento de éstos: lo demuestran las calles cortadas, calles sin continuidad con el Radio Céntrico, viviendas construidas sin respetar planos, terrenos y lotes cercados, etc.

Por ello, el 26 de enero de 1927 en sesión extraordinaria del Consejo Deliberante, se aprobó la Ordenanza Nº 128, donde…

“se considera un “proyecto sobre urbanización de los pueblos formados y a formarse dentro del radio municipal” (…), por el cual “todo loteo dentro del radio municipal, destinado a formar “pueblos” (barrios), debía ser informado y aprobado por el Departamento Ejecutivo. Los interesados debían enviar planos, datos y antecedentes correspondientes quedando terminantemente prohibido la edificación o cercado en los pueblos o barrios suburbanos sin dicha autorización”.[9]

A partir de ésta ordenanza, los próximos barrios surgidos debían de respetar las prolongaciones de las calles del ejido de la Ciudad. Aunque ésta disposición no se cumplió con exactitud, varias de las calles de los barrios descritos debieron de abrirse a la circulación, y la mayoría de los propietarios de lotes tuvieron que quitar los cercados que impedían el movimiento.

2.3 – LA SEGUNDA ETAPA DE EXPANSIÓN DE LA PLANTA URBANA VILLAMARIENSE, 1930 – 1970.

2.3.1 – ASPECTOS FUNDAMENTALES.

Durante éste período, la construcción de barrios no se detuvo. Anteriormente la expansión demográfica, se había dirigido hacia el noreste y suroeste del Radio Céntrico, materializándose en los barrios que se mencionaron anteriormente. En ésta etapa se visualiza que el Crecimiento Urbano se realiza en todas las direcciones de la Ciudad. Mientras surgían nuevos barrios, los anteriormente existentes se desarrollaban en población y en construcción edilicia, quedando cada vez menos terrenos baldíos.

Hacia la década del 40’ la mayoría de los sectores carecían de planos presentados oportunamente para regular el crecimiento de Villa María en la zona periférica. Muchos se elevaron tardíamente a la Oficina de Obras Públicas. La falta de planificación, privó a distintos barrios de contar con calles públicas cuyos trazados se correspondieran con los del resto de la Villa, dando lugar a la existencia de algunas arterias sin salidas, u obligadas a recorridos laberínticos, y en otros casos a la apertura de estrechos corredores que hicieron las veces de vías de comunicación.

En cuanto a los barrios, paralelamente al surgimiento de muchos de ellos en éste período, algunos se fusionaron. Los barrios Bonoris y Villa Cuenca se unieron mediante el centro vecinal de fomento “Barrios Unidos”; finalmente por Ordenanza Municipal 949/54 de 1954, el sector unido se llamaría General Güemes. Por la misma ordenanza, los barrios Sabattini y Villa Emilia, se unificarían bajo el mismo nombre de la escuela y el club “Florentino Ameghino”.

2.3.2 – LOS BARRIOS QUE SURGIERON.

Los orígenes del barrio San Martín se remontan a los años ’30, cuando comenzaron los intentos de urbanización de éste sector al que su propietario, el cordobés Francisco Acosta Olmos, llamó “Villa Venecia”. Hasta allí se prolongaban las últimas manifestaciones del antiguo establecimiento poblacional de “Villa Aurora”. Era una zona de características más rurales que urbanas, que mantuvo por varios años el cercado de algunos terrenos, hasta que una Ordenanza en 1953 obligó a Acosta Olmos a desplazar el cercado de sus territorios más al Norte.

El barrio Nicolás Avellaneda fue humilde desde sus inicios, donde la geografía urbana se confundía con el paisaje rural, y varias familias se establecían en medio de los bosques, que aquí eran abundantes. El propietario, Carlos Anselmo, que imprimió su nombre al sector (“Villa Carlitos”), proyectó un plan de urbanización, creó viviendas baratas para obreros y fomentó la conexión del barrio con la Ciudad por medio del transporte público. Aquí tuvo lugar el primer intento de concentración industrial, que se frustró por ser una zona marginada de rutas y caminos. No obstante apareció una gran fábrica de maquinarias agrícolas en 1937 y otra de jabones, glicerina, y grasas combustibles que, además de absorber mano de obra, contribuyeron a que se ampliara la red de alumbrado público en el sector.

Las playas de maniobras ferroviarias emplazadas sobre la Ruta Nacional Nº 9, fueron consideradas las más modernas de Sudamérica y la única en el país destinada a efectuar maniobras de gravitación. La obra fue iniciada en 1925 por la empresa Ferrocarril Central Argentino, que adquirió varias hectáreas en los alrededores de las playas, y proyectaba su subdivisión en pequeños lotes para la construcción de viviendas. El barrio “Las Playas” fue asiento de trabajadores ferroviarios, cortadores de ladrillos, y personas humildes, que vivían en el aislamiento a causa de la gran distancia con el casco céntrico. La creación del Matadero Municipal, la Usina Eléctrica, y de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos generaron otras fuentes de trabajo para la gente del lugar.

El barrio Belgrano mantuvo un desarrollo excesivamente lento por la ausencia de medios de transporte, y por situarse en un área desvinculada del resto de la urbe. Los terrenos donde comenzarían a operarse los primeros asentamientos poblacionales pertenecían principalmente a Enrique Emerson, y en segundo lugar al señor Sosa, que bautizó al barrio como “Villa Avión”. Ésta denominación fue a causa de la creación del Aero Club Villa María, al Norte de la zona, en 1921. Otras dos instituciones le dieron movilidad y crecimiento poblacional al barrio: el Tiro Federal construido en 1910 y la Cárcel de Encausados en 1937.

Al Este de la Ciudad, la arteria que se conocía como “camino a San Justo”, constituía la frontera sudeste de Villa Aurora. En éstos terrenos de propiedad de Martín Urquijo, uno de los establecimientos poblacionales fue en la década del ’30 el humilde caserío conocido como “La Boca del Tigre”, a 400 metros del actual bulevar Sarmiento, llamado así por poseer un única vía de conexión con el “camino a San Justo”, en medio de una zona de pastizales y lagunas. Más al Norte se encontraba “Villa América”, cercana a “Villa Venecia”. En ambas barriadas habitaban trabajadores del ladrillo, peones rurales, obreros del matadero, y desocupados, en viviendas modestas. Hacia los años ’40 la zona se conoció como “Paraje San Justo”, siendo reemplazado ese nombre por el de “Barrio Evita” puesto por los habitantes y reconocido por la ordenanza de 1954. Al finalizar el gobierno peronista, el barrio recuperó su denominación como San Justo.

El terreno de los actuales barrios Almirante Brown y Trinitarios, pertenecía a la empresa del Ferrocarril Francés de la Provincia de Santa Fé desde 1917. Zona donde se situaba un extenso bosque de algarrobos, tala y chañar, la venta de lotes para viviendas comenzó en la década del ’20, pero su crecimiento inicia a partir de 1930. El barrio recibiría el nombre del Club Atlético y Biblioteca Almirante Brown. El triángulo superior al noreste del terreno, fue el lugar del emplazamiento del “Barrio Trinitarios”, llamado así por la escuela cercana de los padres trinitarios, la “Santísima Trinidad”, e inició su poblamiento en 1961 mediante un complejo habitacional creado por el I.P.V.[10]

El barrio Rivadavia, era un terreno de la familia Urquijo, al igual que “Villa Aurora” y San Justo. El asentamiento poblacional comenzó en éste sector en los años ’30, y ya para 1936 los vecinos del lugar solicitaron a la Municipalidad la apertura de calles, sosteniendo que…

“nuestro nuevo y floreciente barrio permanece estacionario debido principalmente a la falta de calles que nos unan con el grueso de la Ciudad y no es posible esperar progresos algunos mientras permanezcamos aislados y olvidados”[11]

La Biblioteca Rivadavia fundada en 1939, la escuela creada en 1943, y la parroquia “Nuestra Señora de Luján” en 1952, promovieron el poblamiento del barrio, el cual fue recibiendo adecuadamente los servicios municipales.

El actual barrio Santa Ana comenzó a poblarse desde 1960, cuando empezaron los loteos. Anteriormente era conocido como la “Zona de las Quintas”, terrenos donde se cultivaban frutas y verduras para el abastecimiento de la Ciudad, y que habían pertenecido a la señora Magdalena Arese de Anselmo. Ésta, en carácter de propietaria del nuevo loteo en 1964, solicitó a la Municipalidad la exención de impuestos del sector para invertir en el servicio de alumbrado público y energía eléctrica, además de promover la planificación urbana del sector mediante apertura total de calles; así la señora de Anselmo quería darle al nuevo “Residencial Santa Ana”, un aspecto de mayor desarrollo comparado con otros sectores de la ciudad.

El terreno del actual barrio Sarmiento fue adquirido por Juan Bautista Manzotti a la viuda Elisa Cardama de Pereira en 1935. No sorprende que el área recibiría posteriormente el nombre de su propietario: “Manzotti”. Sector rodeado por el Bulevar Sarmiento, la costanera y el ferrocarril que se dirigía hacia el puente de hierro al Sur (el actual puente I. F. Núñez, popularmente el puente “negro”), permaneció sin urbanización hasta la década del ’50. A partir de ésta, comenzó a desarrollarse una incipiente población, de mayoría trabajadora, favorecida por los planes de financiación para la construcción de viviendas del Banco Hipotecario y de los planes “Evita”. El barrio adoptó su actual denominación a pedido de los habitantes y establecido por el Consejo Deliberante en 1954.

El barrio General Paz era una zona desolada, repleta de malezas y árboles silvestres, propiedad del señor José Bermúdez. La urbanización del sector comenzó en la década del ’40, la venta total de los lotes se dio muy rápido, y desde entonces se produjo un rápido crecimiento de la construcción, sobre todo de viviendas costosas que contrastaban con las precarias viviendas de los inicios. Conocido primero como barrio “Bermúdez”, fue conocido luego como “Barrio Parque”, por la iniciativa del intendente Seydell de parquizar los alrededores del sector, sobre todo los de la costanera. Aunque recibió los principales servicios públicos, el alumbrado público dejaba amplios sectores sin cubrir.

La historia del barrio Palermo se caracterizó por el cambio de área marginal de la Ciudad, a constituirse en el barrio residencial de los habitantes de mayor ingreso de Villa María. Era poblado en sus orígenes, antes de 1930, por areneros que habitaban en la costanera del río Ctalamochita, por trabajadores vinculados a la construcción, cortadores de ladrillos, faenas rurales, etc. En 1920 la empresa Saint Freres de Buenos Aires compró éstos terrenos, bautizó al sector como su actual denominación, y en 1933, presentó el plano a la Municipalidad. Pero ya desde 1930, cuando se fundó el Sport Social Club, se instalaban familias de mayores recursos, y en 1936 éstas solicitaban la prohibición de la circulación de los carros areneros, porque perjudicaban el estado de las calles. Era el inicio del desplazamiento de las familias humildes, y el asentamiento cada vez mayor de las clases acaudaladas de la Ciudad.

Hacia la década de 1950 el Gobierno Municipal empezó a valorizar el desarrollo industrial de la Villa. El 23 de mayo de 1958, por ordenanza Nº 957, el Concejo Deliberante eximió de impuestos a toda industria que se instalase dentro del Radio Municipal. Para fomentar aún más la industrialización, se procedió a la creación de un parque industrial, zona…

“delimitada por la Ruta Nacional Nº 9, al norte; la prolongación del bulevar alvear, pasando por el Matadero “Modelo”, al sur, y al este por la población de Las Playas”[12]

Eran terrenos de propiedad de Carlos Anselmo, unos de los mayores terratenientes de la Ciudad. Comenzada la venta de lotes, las industrias prefirieron instalarse en la margen Norte del sector, sobre la Avenida Presidente Perón, al encontrarse en una mejor ubicación de comercialización y transporte. Sin embargo, la Municipalidad fomentó el desarrollo y poblamiento del barrio, mediante la creación del Hogar de Ancianos al Oeste, el Matadero Modelo, y el Mercado de Abasto, ambos en el sur del sector. El crecimiento demográfico fue, empero, lento con el paso de las décadas, a pesar de contar el área con un adecuado abastecimiento de energía eléctrica, destinado al consumo industrial.

2.3.3 – INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO MUNICIPAL SOBRE LOS BARRIOS.

Hacia la década del 30’ los barrios ubicados más cerca del Radio municipal, se encontraban con densidades poblacionales importantes y los vecinos comenzaron a tener mayores necesidades. Por éste motivo, a iniciativa municipal, se crearon las primeras Comisiones Vecinales:

“El 13 de abril de 1932, en ausencia de Parajón Ortiz, el titular del Honorable Concejo Deliberante, Roberto Velo de Ipola, a cargo del Departamento Ejecutivo, suscribió la resolución 4 “B”, nombrando comisiones vecinales para la fiscalización de los trabajos efectuados por los empleados municipales en la calle, las que debían elevar quincenalmente un informe a la comuna de anormalidades que pudieran comprobarse. La medida estaba fundada en la necesidad de dar a los vecinos de ésta Ciudad la mayor intervención posible en la protección de los intereses generales”[13]

También en ésta década empezaba a poseer importancia el pavimento de las calles: el 15 de febrero de 1935 el Intendente Parajón Ortiz se dirigió al Consejo Deliberante con el objetivo de pavimentar las calles polvorientas de Villa María. La ordenanza municipal Nº 421/135 establecía lo siguiente:

“el pavimento será de hormigón armado en todas las calles con excepción de los bulevares Argentino (Alvear actualmente), España, Sarmiento, y Vélez Sarsfield que sería de macadam asfáltico. (…) se declara obligatorio el pago del afirmado, así como los respectivos cordones, césped, movimiento de tierra y arbolado”[14]

Los nombres de los barrios no fueron, como se ha observado, inamovibles, sino que cambiaron según la época, según la circunstancia. Aunque al principio podían ser impuestos por los propietarios, los vecinos del lugar también lograban modificarlos. Pero el 10 de septiembre de 1954 por medio de la Ordenanza Nº 949/54, se estableció en el decreto 313 “A”, las siguientes denominaciones de los barrios:

“Bº Belgrano: entre Sucre, Perú, Buchardo y Ruta nacional Nº 9. Bº Almirante Brown: Sucre, Ruta Nº 9, Bv. Vélez Sarsfield y Bv Argentino. Bº C. Pellegrini: Bv. Vélez Sarsfield, Bv. Argentino, y calle Urtubey. Bº F. Ameghino: entre Bv. Vélez Sarsfield y España, y calles Presidente Perón (Buenos Aires) y Arines. Bº Gral. Lamadrid: entre Pte. Perón y Pasteur, Bv. Sarmiento y Alvear. Bº San Martín: entre Pte. Perón, Pasteur, Monteagudo y Bv. Sarmiento. Bº Nicolás Avellaneda: entre calle Vélez Sarsfield y prolongación de Buenos Aires, y entre calles Intendente Seydell e Intendente Arines. Bº Evita: entre Ruta Nº 9 y Bv. Sarmiento, Pasteur y Sarratea. Bº Rivadavia: entre Bv. Sarmiento, Ruta Nº 9, calle Piedras y vías del FFCC. Bartolomé Mitre. Bº D. F. Sarmiento: avda. Libertador, Bv, Sarmiento, y vías del FFCC. Bartolomé Mitre. Bº General paz: entre Pte Perón y Quijano, y Avenida del Libertador. Bº 17 de octubre: entre calle 12 de octubre y Sto. Falucho y costa del Río Tercero. Bº Güemes: entre calle Vélez Sarsfield y Buenos Aires, y entre Bv. Italia y Esquiú Bº Mariano Moreno: entre Bv. Vélez Sarsfield, calle 12 de octubre, y Bv. Colón. Bº Sáenz Peña: entre Bv. Vélez Sarsfield y Colón y vías del FFCC. B. Mitre. Bº Gral. Roca: entre Bv. Vélez Sarsfield, Ruta Nº 9, y vías del FFCC. Bartolomé Mitre”.[15]

Varias de las nomenclaturas de éstos barrios se mantuvieron hasta el presente, otras se modificaron poco tiempo después del fin del gobierno peronista que estableció ésta ordenanza: es el caso de los barrios “Evita” y “17 de Octubre”, el primero volvió a su denominación de San Justo, y el segundo se integró al barrio Palermo.

2.4 – EL TERCER PERÍODO DE SURGIMIENTO DE BARRIOS: CRECIMIENTO HACIA LA PERIFERIA, 1970 – 1985.

2.4.1 – ASPECTOS PRINCIPALES.

Durante éste período, la expansión demográfica de Villa María se acentuó en distintas direcciones, surgiendo nuevos barrios en la periferia. La Ciudad se fue desarrollando lentamente a una distancia cada vez más alejada del área comprendida dentro de los Bulevares de Circunvalación, el Radio Céntrico.

Sin embargo esa expansión territorial, no podía seguir hacia el Sur, donde el Río Ctalamochita o Tercero establecía una frontera natural. Tampoco se podía expandir hacia el Noroeste porque el Aero Club, la Unidad Penitenciaria, el ferrocarril a Río Cuarto, el Hipódromo, y la Planta de Obras Sanitarias también obraban como factores de barrera poblacional. Por lo tanto, el Crecimiento Urbano estaría dirigido en ésta etapa hacia el Noreste, Sudeste y Sudoeste.

A pesar de la formación de más barrios, el crecimiento poblacional en la periferia era lento. Esto es a causa de que los sectores más alejados del Centro Urbano poseían diversos problemas de infraestructura, incluyendo los relativos a energía eléctrica, y a servicios como el teléfono, correo y riego de calles, que sumados a los graves problemas de carácter habitacional, educativo y sanitario, revelaban las condiciones dificultosas del desarrollo en éstas áreas suburbanas. Por otra parte en éste período, un tercio de los villamarienses no contaban con el servicio de agua potable, y más de la mitad carecían de cloacas, acentuando mayormente la desigualdad de condiciones sociales de los habitantes de la Villa.

Hacia 1983, la mayor parte de la población se concentraba en el Radio Céntrico y los barrios que lo rodean:

“La mayor concentración demográfica se registra dentro de los cuatro bulevares, donde, estimativamente, se radica el cincuenta por ciento por ciento de la población total que, en la actualidad, posee 65.000 habitantes. De éste total, el otro cincuenta por ciento se distribuye en la periferia, siendo uno de los más poblados el barrio “General Lamadrid” que, conjuntamente con el “General Güemes”, totalizan, estimativamente, unos 8000 habitantes.”[16]

Después de estos dos sectores más poblados, siguen los demás que rodean al Centro Urbano:

“Una pirámide poblacional suburbana, seguramente reflejaría, en orden decreciente, con alrededor de 2500 habitantes, a los barrios “Ameghino”, “Almirante Brown”, “Trinitarios”, “Rivadavia”, “Sarmiento”, “Santa Ana”, “Sáenz Peña” y, también, barrio “Los Parques” (General Paz).”[17]

Las nuevas formaciones barriales respondieron, en algunos casos, a proyectos de urbanización impulsados por empresas privadas, y en otros, la mayor parte, surgieron de donaciones al municipio, por medio de transferencias de inmuebles a cambio de condonación de deudas impositivas de ciertos propietarios.

2.4.2 – BARRIOS QUE SURGIERON.

El Bello Horizonte era conocido en sus orígenes como “Beletti”, que aludía a la empresa que tuvo a su cargo la construcción de las viviendas, en el terreno de Ricardo Figueroa Bonaparte, a unos 1500 metros del bulevar Alvear. El proyecto inicial planeaba construir un barrio jardín con el nombre de “Bello Horizonte”, que contemplaba la construcción de pasajes peatonales, adornados con canteros, y la edificación de 169 viviendas. El 1º de octubre de 1975 el Concejo Deliberante aprobó el plano, fijando como nombres de las calles a ciudades de América Latina.

La superficie del actual barrio Los Olmos, fue donada el 19 de junio de 1978 por la sociedad “Solares S.R.L.”, a la Municipalidad de Villa María, la cual cedió el terreno al I.P.V., para la construcción de viviendas para familias de escaso recurso. Se creó un complejo habitacional de 102 departamentos, que constituyeron la mayor concentración demográfica desde entonces, y los nombres de sus calles referían a regiones del Sur Argentino. En 1982, los habitantes del sector, solicitaron al Gobierno Municipal la instalación de un dispensario, ante la insalubridad y la falta de higiene que afectaba a gran parte de ésta población, donde la pobreza y la desocupación eran preocupantes.

La planificación del barrio San Juan Bautista, propiedad inmueble de la familia Mirotti, preveía la reserva de espacios destinados a la Universidad Tecnológica Nacional, para la capilla, y un comedor infantil, hacia 1984. Aunque fracasaron las gestiones emprendidas para la construcción de viviendas a través del Plan “Esfuerzo propio y ayuda mutua”, se pudieron concretar 90 residencias gracias al I.P.V. Pero el poblamiento del área fue lento, y mantuvo durante varios años la presencia de amplios descampados.

El loteo que se realizó en las inmediaciones de la Fábrica de Gas Carbónico “Chiantore” y del Río Ctalamochita, a finales de los años sesenta, recibía la denominación de “Villa María Cristina”. Desde entonces surgieron las primeras viviendas, pero el crecimiento demográfico fue lento durante las dos décadas siguientes: alrededor de 30 casas construidas, que poseían energía eléctrica pero carecían de agua potable. En julio de 1977 por medio de una Ordenanza, el Concejo Deliberante consagró el nombre de “Barrancas del Río” para el barrio.

Los terrenos del actual barrio Mariano Moreno, eran propiedad de los vecinos Federico Aquistapace, Antonio Salvador y O. del C. Sponer, que en 1964 se destinaron para la urbanización, principalmente en las inmediaciones del Bulevar Colón. Éste sector era reservado para quintas y pequeñas chacras, que fueron suprimidas cuando se parceló el inmueble en 400 unidades, pero el poblamiento comenzó en la década del ’70. En el año 1974 el Gobierno Municipal fomentó la construcción de viviendas en el área por medio del I.P.V., que se efectuarían cuatro años más tarde. Pero el crecimiento demográfico fue mayor en éste barrio que los demás surgidos en el mismo período, ya que se formaron alrededor de 62 viviendas en la década de 1970, y 82 en la primera mitad de la de 1980.

La creación del barrio Las Acacias fue lenta, teniendo en cuenta que sus propietarios, Guillermo Hammerschmidt y Alberto Coronel, habían llevado a cabo el proyecto de urbanización en la década de 1950, sobre la Ruta Nacional Nº 158. Se trataban de más de 9 hectáreas que lindaban con el terreno del San Martín Rugby Club, la ruta a Río Cuarto, y el Jockey Club de Villa María. El crecimiento poblacional fue lento desde entonces, aumentado en la década del ’70 cuando el Concejo Deliberante denominó a las calles, con variedades de árboles y flores, y amplió al área el servicio de energía eléctrica y agua corriente, poblada principalmente por trabajadores.

El barrio Vista Verde era una propiedad del ex Banco “El Hogar Argentino”, y pasaron a manos del señor Guillermo Hammerschmidt, en 1950. El loteo aprobado en febrero de 1951, se inició a continuación de la zona de quintas del barrio Mariano Moreno, fijando como límite la avenida Fagnano, la Ruta Nacional Nº 158, y el Río Ctalamochita, y sus calles se nombraron con distintos ríos argentinos. El aumento poblacional recibió un impulso significativo en la década de 1970, cuando varias familias se animaron a poblar el sector a pesar de la falta de alumbrado público, la gran distancia con respecto al centro, y los extensos terrenos baldíos que daban una imagen de zona rural.

Bernardino Calvo en su obra[18] no pudo relatar demasiado acerca del origen del barrio San Nicolás, que estaba surgiendo mientras aquel escribía las líneas de su trabajo, en la primera mitad de la década de 1980. Lo cierto es que éste sector, ubicado a la altura 3000 de la calle Buenos Aires, es uno de los barrios más pequeños en extensión dentro de la Ciudad, y su poblamiento se dio principalmente durante la década del ’90 y comienzos del siglo XXI. Sus primeros habitantes, jóvenes en su mayoría, eran de bajos recursos y vivían en condiciones humildes.

2.4.3 – INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO MUNICIPAL SOBRE LOS BARRIOS.

El 18 de diciembre de 1974 se aprobó una Ordenanza Municipal de gran importancia para los barrios: la Nº 1.514. La misma creaba la Dirección General de Promoción Vecinal, como un órgano dependiente de la Secretaría de Gobierno Municipal de Villa María, y tenía como principales funciones:

“- Promover la participación activa de todos los vecinos en la solución de problemas vinculados a la vida de la ciudad y su desarrollo urbano, orientándolos e invitándolos a la constitución de los CENTROS VECINALES. (…)

- Colaborar en la investigación en común de los problemas locales y en el planeamiento y la ejecución de las soluciones de los problemas de los mismos (…)

- Proponer al D. Ejecutivo el reconocimiento en tal carácter y el otorgamiento de la correspondiente personería municipal a los Centros Vecinales, (…)

- Aconsejar al D. Ejecutivo el análisis correspondiente y la aprobación o veto parcial o total de las comisiones directivas o listas de candidatos de los Centros Vecinales.

- Proponer al D. Ejecutivo, con fundadas razones, la intervención a los Centros Vecinales (…)

- Verificar de por sí o mediante delegados debidamente acreditados el cumplimiento de los objetivos y la marcha normal de los Centros Vecinales

- Receptar las peticiones presentadas por los Centros Vecinales y canalizarlas”[19]

Por una parte, la Ordenanza estimulaba la formación de las Comisiones Vecinales en los barrios, se les daba la posibilidad de presentar soluciones a los problemas de las Ciudad, realizar peticiones a la Municipalidad cuando poseyeran determinadas necesidades, y se les otorgaba Personería Jurídica y municipal a cada Comisión.

Sin embargo, el Departamento Ejecutivo, representado por el Intendente, tenía el poder de aprobar o desaprobar a las Comisiones formadas en los barrios, intervenir a los mismos cuando creía necesario, y enviar delegados para controlar a dichos Centros.

Por lo tanto, aunque los barrios recibieron varios beneficios para su accionar, debieron de aceptar el control burocrático de la Municipalidad, más precisamente del Intendente.

3 – EL ÚLTIMO PERÍODO DE FORMACIÓN DE BARRIOS. 1985 – 2007.

3.1 – ASPECTOS FUNDAMENTALES

Prácticamente la mayor parte de la superficie de Villa María quedó establecida en 1985: se encuentran ya casi todos los barrios. Pero dentro del Radio de la Ciudad habían quedado muchos espacios baldíos entre los barrios periféricos.

Los sectores que surgieron fueron cuatro: Villa Albertina, Villa del Sur, Felipe Botta y Parque Norte.

El primero de ellos es el más oriental de la Ciudad, no limita con otros barrios, y se encuentra sobre la Ruta Nacional Nº 9, en una distancia alejada de Las Playas, separado por la usina de electricidad emplazada por E.P.E.C. (Empresa Provincial de Energía de Córdoba), y otros terrenos baldíos, y está ubicado sobre la entrada del camino que conduce directamente a la Fábrica de Pólvoras y Explosivos. Los orígenes de Villa Albertina se remontan en realidad hacia la década del ’50, pero su desarrollo comenzó en la del ’80.

Villa del Sur, emplazado sobre la Ruta Provincial Nº 2 en el Sudeste de Villa María, tampoco limita con otro barrio y surgió a fines de la década del ’70. Tanto éste sector como Villa Albertina aparecieron antes de 1985, pero parece que el historiador Bernardino Calvo a obviado su presencia, ya que la distancia alejada de ambos poblados del núcleo poblacional de Villa María, además de la cantidad pequeña de habitantes de cada uno, generaba realmente una problemática de considerarlos o no como barrios de ésta Ciudad.

Felipe N. Botta surgió como un desprendimiento del norte del barrio Carlos Pellegrini a inicios de los ‘90. O sea que los terrenos del sector desprendido pertenecían a éste antiguo barrio, sólo que no se habían ocupado.

El área del Parque Norte, establecida como barrio a fines de los ’90, también pertenecía a otro barrio: del General Belgrano, y está ubicado entre la prolongación del Bulevar España y el Bulevar Argentino.

Así, la formación barrial entre 1985 y 2007 fue escasa: dos áreas pequeñas, alejadas y antiguas, que comenzaron su desarrollo en ésta etapa; y dos barrios nuevos pero que surgieron en terrenos de otros anteriores, rellenando espacios vacíos de la Planta Urbana villamariense entre el Belgrano, Carlos Pellegrini y Nicolás Avellaneda.

3.2 – VILLA ALBERTINA.

3.2.1 - CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS.

El barrio Villa Albertina se ubica en el cruce entre la Ruta Nacional Nº 9 con la Ruta Provincial Nº 2, hacia el extremo Este de Villa María. Está separado del barrio Las Playas por la Usina de Electricidad de E.P.E.C., y otros terrenos sobre la Ruta Nº 9. Al sur del sector se encuentra la Fábrica de Pólvoras y Explosivos de Villa María y hacia el Este es territorio rural. Villa Albertina, por lo tanto, no limita con otros barrios.

Aproximadamente dos tercios del sector no están fraccionados en manzanas aún, lo que significa que en el futuro el barrio puede ampliar los lotes para la instalación de construcciones. Posee en total 14 manzanas.

Según la ordenanza Nº 4.023, los límites son los siguientes:

“Al Nor-Este con Ruta Nacional No. 9 desde su intersección con prolongación de Bv. Alvear (cruce Ferroviario) hasta camino rural existente ubicado aproximadamente a 1.650 mts. de cruce ferroviario; al Sur-Este prolongado por camino rural mencionado y cruzando vía y terrenos del ferrocarril hasta interceptar camino que es prolongación de la Av. Gral. Savio; al Sud-Oeste prolongando por camino recientemente mencionado hasta interceptar línea imaginaria Radio "A" y Nor-Oeste prolongando por Radio "A" y prolongación Bv. Alvear hasta cerrar figura.”[20]

Posee una superficie de 30,0886 hectáreas. Las calles que lo atraviesan de Noroeste a Sudeste son: Prolongación de Marcelo T. de Alvear, Alfredo Vítulo, José Pedernera, Soldados Argentinos, Avenida Raúl Borrás (que es un tramo de la Ruta Provincial Nº 2), y calle pública sin nomenclatura. De Noreste a Sudoeste lo cruzan las calles: Ruta Nacional Nº 9, Laura Brossi de Maciel, Guillermo Roldán, Alejandro Voglino, y dos calles públicas sin nomenclatura aún.

Aunque los espacios baldíos abundan en el barrio, cuenta con una pequeña plaza llamada “Héroes de Malvinas” ubicada en la intersección de las calles Alfredo Vítulo y Laura Brossi de Maciel.

3.2.2 - ORÍGEN DEL BARRIO.

Villa Albertina es un asentamiento poblacional cuyo origen se remonta a la década del ‘50, pero fue reconocido como barrio el 4 de junio de 1998, por medio de la Ordenanza Nº 4.023.

El terreno era propiedad del señor Jesús Pérez, quien se había instalado con su familia mucho tiempo antes de 1950, como afirma la nieta del mismo, la señora Olga Pérez:

“Eran muy poquitas las casas que había cuando yo era chica, en los años ’50 (…), mi abuelo en el campo llevaba bastante tiempo antes. Mi abuelo era Jesús Pérez, casado con Encarnación González y tuvieron 4 hijos, tres de ellos varones: mi papa Hilario, Aldo e Ismael, y una hermana llamada Alberta, que de allí viene el nombre del barrio”

En los años ’50 la familia comenzó a vender lotes para la construcción de viviendas, y llamaron al sector como “Villa Albertina” en honor a la hija mujer del señor Jesús Pérez. Quien posteriormente llevó a cabo la venta de lotes fue el hijo de éste, Hilario Pérez, padre de la señora Olga.

Las primeras personas que poblaron el barrio eran trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, algunos de ellos participaron de la construcción de la misma y luego obtuvieron trabajo en ella, pero también se asentó gente de la zona, como afirma Olga Pérez:

“las primeras casas eran de la gente de por allí cerca, que eran de los albañiles que trabajaban en la Fábrica de Pólvora, en la construcción del edificio y después quedan como empleados.”

Sin embargo el barrio mantuvo una fisonomía agraria, ya que no aumentó rápidamente su población, sino que permanecieron las mismas familias durante más de dos décadas como afirma la señora Pérez, quien recuerda los apellidos de ellas:

“Para los años ’50 a los ’70 fueron siempre la misma gente que vivió allí, después empezó a venderse y vino más gente, pero si no eran 15 familias: Mercader, De Paoli que era sargento militar de la fábrica, Miranda otro que vivía en el barrio, Cisneros, Baldomar (…), Moreira, mi papá y mi abuela que estaban incluidos en una casa del barrio y mi tía Alberta.”

No todo el terreno de la familia Pérez se loteó. Como afirma el vecino más antiguo de Villa Albertina, José Miguel Miranda, el sector se dividió en tres partes de 10 hectáreas: la primera, posesión de Hilario Pérez, se destinó a la venta de lotes para vivienda, al margen de la Ruta Provincial Nº 2 (en paso por aquí, la Ruta toma el nombre de Avenida Raúl Borrás), desde la Fábrica de Pólvora hasta la Ruta Nacional Nº 9. Los otros dos sectores se vendieron a los señores Baldomar y Eduardo Miranda, como afirma el hijo de éste, José Miranda:

“Se han hecho 3 parcelas de 10 hectáreas cada una: una pertenecía a Hilario Pérez, otra era de mi padre, y la otra era de Baldomar otro vecino del barrio. En la primer parcela se hizo se hizo un loteo por intermedio de la Fábrica Militar de Pólvora que se hicieron unas casas que fueron para oficiales militares (…), y después se vinieron otras familias, vino mi familia, y otras en cuestión de meses”

Esas primeras familias del barrio formaron una Comisión Vecinal a principios de la década del ’60 para tratar de traer la energía eléctrica. Como indica Miranda, esa comisión “estaba formada por Hilario Pérez como presidente, el vicepresidente era Mercader, el tesorero era mi viejo y Don Carlos de Paoli.”

Así, el grupo de vecinos liderados por Hilario Pérez consiguió su objetivo después de intensa campaña, dice la señora Olga Pérez:

“Se hicieron rifas para poder traer la luz, y la Policía Caminera de Villa María le ayudó a vender números. Después se hizo un gran asado en mi casa para agradecer a esa gente, me acuerdo que se sorteaban premios como una cocina”.

Esa Comisión Vecinal de Villa Albertina siguió hasta 1973, cuando solicitó en ese año a E.P.E.C. permiso para poder podar los eucaliptos de la Avenida Raúl Borrás, en una carta del 12 de diciembre de 1973. En ella justifica el pedido:

“Debido a la altura alcanzada por los árboles, es un peligro eminente con cada tormenta, no solamente para la instalación eléctrica, sino también para nosotros y nuestras propiedades (…) La ruta, por la caída de enormes troncos queda interrumpida por varias horas, con el peligro que es de imaginar para los que circulan por ella.”

Posteriormente la Comisión, que pretendía traer y consolidar el servicio de luz eléctrica, no continuó en sus funciones, como afirma José Miranda: “Una vez que se puso la luz, la comisión no siguió, quedaba el agua que era imposible”.

Así, ese barrio alejado de la Villa María, de aspecto rural hasta la década del ’90, no obtuvo los demás servicios básicos para una vivienda, como el agua potable, cloacas, televisión por cable, aunque sí consiguió en los ’70 la línea telefónica. El poblamiento del sector comenzó a intensificarse en la década de 1990, indica también Miranda:

“recién ahora está tomando auge el barrio, hay más movimiento, más viviendas, de los años ’90 en adelante, porque se instala la estación de servicio de la Esso, se crean los silos, vino la feria de Scaglia, (…) Todo esto era campo desde el 57 a los ‘80”

La presidenta del barrio desde el año 2008, Susana Fernández, afirma que la Comisión Vecinal, recomenzó sus labores en 1991: “Los presidentes desde entonces fueron Lescano, Taborda, mi marido Jorge Testa, y luego ingresé yo.”

Fue recién el 4 de junio de 1998 cuando el Concejo Deliberante reconoció al sector como barrio en la Ordenanza Nº 4.023, designándolo como “Villa Albertina” y fijando los límites del mismo en el artículo primero.

Es así cómo éste sector, asiento de familias trabajadoras, tuvo desde sus inicios una función residencial. El proceso de poblamiento del sector fue muy lento y aún en 2008 se continúa dando, cuando la mayor parte son terrenos baldíos todavía. Los precios de los lotes no fueron altos, ni lo siguen siendo, como indica José Miranda:

“No se ha modificado mucho el valor de los lotes, comenzó a aumentar a medida que Villa María se empezó a desplazar hacia éste lado. Esto no valía nada porque era todo campo y no tenía nivel de progreso.”

Pero fueron principalmente la larga distancia del barrio con respecto al Centro Urbano de Villa María, y la ausencia de muchos servicios domésticos los que impidieron el poblamiento rápido de Villa Albertina.

3.3 – VILLA DEL SUR

3.3.1 - CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS

Villa del Sur se ubica al extremo Sudeste de la Ciudad, y no limita con otros barrios de la misma. Está emplazada a 400 metros del Puente Carretero que une Villa María con Villa Nueva. Los límites lo determinan la Ruta Provincial Nº 9 al Norte, y la costa del Río Ctalamochita al Sur. Al Oeste y Este se encuentra rodeada de terreno rural propiedad de los señores Arnaldo y Antonio Roganti.

El sector tiene una forma rectangular alargada, constituido por cuatro manzanas también alargadas. Posee una superficie total de 25,9096 hectáreas. Sólo una calle central sin nomenclatura cruza el barrio de Norte a Sur, aunque en el plano original figura otra calle perpendicular que aún no se ha proyectado.

3.3.2 - ORÍGEN DEL BARRIO

El surgimiento del barrio Villa del Sur se remonta a inicios de la década de 1970, cuando el propietario del sector, el señor Máximo Dante Cavallero, realizó el loteo del mismo. Sin embargo comenzó a poblarse de a poco a fines de la década.

Oscar José Borri es el poblador más antiguo del barrio, quien afirma lo siguiente:

“Yo vine al barrio en el año 1975 (…) Vivía el señor Rodríguez, un hombre grande y fue uno de los que escucharon a los guerrilleros cuando pasaron (…) Cuando vine a vivir todo esto era terreno baldío, lleno de malezas (…) Pero nosotros vivimos solos no sé cuanto tiempo antes de que viniera a vivir otra gente”

Éste vecino recuerda las primeras construcciones que se hicieron en el área, el arco de la entrada y el famoso motel “Tic Tac” (uno de los más importantes de Villa María):

“El arco se hizo cuando se loteó, fue lo primero que se hizo, junto con una casita en la entrada en la que yo venía a comer asados. Después del arco vino el motel y la casa de Montenegro”

El sector era conocido al principio como “Barrio Cavallero”. Debe recordarse que una de las tendencias más importantes en la nomenclatura de los barrios villamarienses era llamarlos como el propietario del terreno. Sin embargo, el grupo de primeros vecinos decidió cambiar el nombre por el de “Villa del Sur”, por iniciativa del señor Oscar Borri, que recuerda:

“Al barrio le decían Barrio Cavallero porque era él que lo había loteado. Pero en la Municipalidad no figuraba nada. Se me ocurrió poner Villa del Sur, porque está al Sur de Villa María, nos juntamos con los vecinos y estuvieron de acuerdo.”

Para solicitar ese nombre, esa incipiente Comisión de vecinos envió una carta el 2 de mayo de 1980 al entonces Intendente de Villa María, Adolfo Jaca, que decía lo siguiente:

“Por la presente nos dirigimos al señor Intendente y por su digno intermedio a quien corresponda, a los fines de solicitarle que se autorice oficialmente el nombre de “VILLA DEL SUR”, al Barrio ubicado sobre Ruta Provincial Nº2 a cuatrocientos metros del Puente Carretero que une Villa Nueva con la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos.”

La carta estaba firmada debajo por los vecinos Alberto Macrina, Oscar Borri, Alfredo Rodríguez, Josué Trento y Walter Portesi. Finalmente, el Concejo Deliberante de Villa María aceptó el nombre solicitado mediante la Ordenanza Municipal Nº 1.618 del año 1982.

Pero los vecinos tuvieron que lidiar con un problema: el barrio era utilizado por muchos habitantes de la región como un lugar para satisfacer sus necesidades sexuales, no sólo en el citado motel “Tic Tac”, sino también en la costa del Río Ctalamochita, que se usaba como una “Villa Cariño”. Ante el horrendo espectáculo para las familias del barrio, esa incipiente Comisión Vecinal propuso instalar un portón de acceso a Villa del Sur, posterior a la ubicación del motel. Por otra parte, el sector era perjudicado por robos a las viviendas, y el portón permitiría a los habitantes del barrio realizar un control de los que entran y salen del mismo.

En una carta dirigida al entonces Intendente de Villa María, el contador Horacio Cabezas, el 25 de noviembre de 1985, los vecinos argumentaban:

“residentes y vecinos del Barrio “Villa del Sur”, tenemos el agrado de dirigirnos a Usted (…), con objeto de tramitar la autorización municipal para la colocación de un portón en el sector de acceso al mismo.

Nuestro petitorio se basa en el hecho de que nuestra zona se ha convertido en una verdadera “VILLA CARIÑO”, debido a la asidua concurrencia de personas de edad variada (incluso menores) con intenciones “bien definidas”. (…) Éste hecho brinda un espectáculo bochornoso a nuestras familias (…) Y si esto no fuera suficiente, debemos soportar además los atropellos a nuestras propiedades materializados en innumerables robos. (…)

Las características y ubicación del portón se detallan a continuación: el mismo se colocaría posterior a la entrada del motel “Tic Tac”, sitio de ingreso al barrio (…).

De ésta forma la Comisión del barrio podrá efectuar un control exhaustivo de las personas que ingresan al mismo, solicitándole el motivo de presencia en el sector.”

A pesar de la solicitud enviada a la Municipalidad para instalar el portón, los vecinos crearon sin autorización el mismo, convirtiéndose Villa del Sur en el primer barrio “cercado”, rodeado de alambrada y con una puerta de acceso al mismo.

A raíz del accionar sin autorización municipal por parte de los vecinos, el Intendente Horacio Cabezas emitió el Decreto Nº 11 “C”, el día 13 de enero de 1986, para obligar a los vecinos de Villa del Sur a retirar el portón, ya que todos los habitantes de la Ciudad y del País tienen el derecho de transitar libremente por calles de dominio público. En el Decreto se manifiesta lo siguiente:

“Considerando que las calles y caminos abiertos a la circulación y tránsito público, como los existentes en la zona interna del barrio “Villa del Sur”, (…), son bienes que integran el llamado dominio público del Estado, en éste caso Municipal. (…)

Tratándose de calles y caminos públicos el uso común, según se ha puntualizado, es un uso público directo consistente, naturalmente, en la facultad de los particulares de circular y transitar libremente por esas vías. (…)

El Intendente Municipal DECRETA:

Art. 1º: Emplazase por el término de 48 horas a los residentes y vecinos del barrio “Villa del Sur” a los efectos de que retiren el portón instalado en el sector de acceso al barrio (…), en caso contrario esta Comuna procederá a la remoción del citado portón por intermedio de la Dirección de Servicios Públicos.”

Posteriormente, los vecinos retiraron el portón de la entrada al barrio. Mientras duró cercada el área, dejó de funcionar la citada “villa cariño” y ya no circularon gran cantidad de automóviles. Oscar Borri recuerda lamentándose:

“Antes de que se cerrara el barrio había una “Villa Cariño” contra el río, era un desfile de noche de autos. (…) El tiempo en que estuvo cerrado fue una tranquilidad bárbara.”

La Comisión Vecinal que se había formado entre los habitantes del sector, no logró continuar en sus funciones después de aquel suceso. Quizás los vecinos se sintieron impotentes ante la imposibilidad de solucionar los problemas del barrio. Borri, integrante de esa incipiente Comisión, no tiene respuesta certera de porqué no continuó la misma. Sin embargo, los pobladores mantuvieron relaciones cordiales y estrechas para tratar de solucionar dificultades:

“Si bien no tienen conformado un centro vecinal, los habitantes del sector trabajan unidos y organizados para el crecimiento del barrio.”[21]

Desde entonces hasta la actualidad, Villa del Sur fue poblándose muy lentamente, principalmente por gente de clase media, aunque muchos de sus primeros habitantes se retiraron. El barrio fue destinado desde su origen a una función residencial. Sin embargo, gran cantidad de propietarios construyeron viviendas pero no se asentaron allí de forma permanente, sino que utilizaban esas casas como para pasar un fin de semana de descanso. De ésta forma, mientras unas pocas familias residieron en el barrio permanentemente, otras tantas utilizaron al sector como para descansar, o sea de forma transitoria, en sus “casas quintas”.

Los terrenos que rodean al sector en el Oeste y Este, son, como se mencionó anteriormente, propiedad de los señores Arnaldo y Antonio Roganti. Los mismos se destinaron a la producción de horticultura, con mano de obra de mayoría inmigrante:

“Ésta es una de las zonas con mayor actividad y presencia en el Mercado de Abasto, a raíz de una fuerte presencia de que producen verduras, hortalizas, hasta frutas. En los últimos tiempos se nota una presencia de inmigrantes bolivianos que se han radicado en el lugar y que en su gran mayoría ejercen esa actividad rural.”[22]

En septiembre de 2000, los vecinos de Villa del Sur remodelaron el arco de acceso al barrio, en un avance importante para el embellecimiento del barrio:

“Orgullosos, los vecinos no ahorraron palabras para señalar que el arco que se encuentra en la entrada del barrio Villa del Sur logró restaurarse con el aporte y sacrificio de quienes viven diariamente allí.”[23]

En materia de servicios el barrio cuenta actualmente con luz, teléfono, televisión por cable, recolección de basura y regador. No cuenta aún con agua potable ni gas carbónico.

La problemática más importante para los vecinos radica en el paso de camiones areneros hacia la costa del río, que ocasionan un daño grave a la calle principal del barrio.

3.4 – FELIPE NERI BOTTA.

3.4.1 - CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS

El barrio Felipe Neri Botta es el más nórdico de la Ciudad. Limita al Sudoeste con el Barrio Carlos Pellegrini, al Este y Sudeste con el Nicolás Avellaneda, y al Norte, Noreste y Oeste con terreno agrícola.

Posee una forma pentagonal irregular y su superficie es de 31,7602 hectáreas. Contiene 19 manzanas. Según la Ordenanza Nº 3.340, los límites del barrio son: “linda al Noroeste con línea demarcatoria del Radio 1; Sud-Este, prolongación del Bv. Velez Sarsfield; Sud-Oeste, calle Intendente Poretti”[24]

Las calles que lo atraviesan son: de Noroeste a Sudeste calles Sucre, Guillermo Rawson, Teniente Ibáñez, Ramiro Suárez y Vélez Sarsfield; de Noreste a Sudoeste calles La Quiaca, Int. La Colina, Int. Reyno, Int. Urtubey e Int. Poretti.

Cuenta con dos espacios verdes: una plaza en el centro llamada Carlos Raúl Fernández, y un terreno destinado a espacio recreativo o deportivo de nombre Bernardo Laccase.

3.4.2 - ORIGEN DEL BARRIO.

El terreno que hoy forma parte del barrio Felipe Neri Botta era propiedad de la antigua ferretería y negocio multirubro “Güino – Botta”, un emblema durante varias décadas de la actividad comercial en Villa María. El inmueble comenzó a ser utilizado a fines de la década de 1930 por la compañía para estacionar las carretas y los caballos que todos los días salían a repartir mercancías por la Ciudad. Felipe Lisandro Botta, nieto de quien lleva el nombre el barrio, decía al respecto:

“El barrio surge de un pequeño campo que poseía la ferretería Güino – Botta, donde tenían y carros para repartir la mercadería. Ese es el fin que tenía en su primer momento esa parte de tierra en Villa María. Así que se mantenían ahí los caballos y los carros, (…) hace aproximadamente 72 años, porque Güino – Botta empieza en 1936, así que hace mas o menos 70 años se compró ese campo para ese fin”

En 1970 la compañía Güino – Botta cerró en sus actividades, y sus socios comenzaron a repartirse el terreno en diferentes cantidades de lotes, donde la mayor beneficiaria fue la familia Botta. Ese sector formaba parte del barrio Carlos Pellegrini, y desde entonces se demarcaron las calles y manzanas para ser destinado el inmueble a una función residencial. Felipe Esteban Botta fue el encargado de vender al público los lotes del sector. Su hijo, Felipe L. Botta, afirma que…

“se subdivide la tierra cuando cierra Güino – Botta en 1970, y se empieza a repartir los lotes entre todos los socios (…), le tocaron terrenos a Güino, a Botta y a todos los accionistas de la ferretería. Se demarcaron las calles y se empezaron a vender los lotes. El encargado de vender los lotes era mi padre, Felipe Esteban Botta, hijo de Felipe Neri Botta, mi abuelo”

Las porciones del terreno se vendieron mediante un precio bajo, accesible para cualquier familia, y esto quizás explique porqué se instalaron en el sector gran cantidad de familias humildes, obreros e incluso desempleados. Felipe L. Botta afirma que el costo bajo de los lotes era para ayudar a las familias carenciadas en los alrededores del sector:

“Con el paso del tiempo se van a vender los lotes de una forma muy accesible, muy barata, o sea podía acceder cualquier persona y pagarlas en muchas cuotas y muy baratas. Mi padre buscaba darle una mano a gente que vivía por acá alrededor que necesitaban un terreno en donde construir su vivienda”

Fue en la década de 1980 cuando esa área del Carlos Pellegrini, conocida como “Campo de Botta” o “Barrio de los Botta”, comenzó a poblarse con muy pocas viviendas. Un problema crucial para esos primeros habitantes era conseguir los servicios domésticos básicos, principalmente la luz. Así se formó a fines de los ’80 una Comisión Vecinal provisoria para traer la energía eléctrica al sector, presidida por la vecina Silvia García, quien comentaba al respecto:

“Empezamos a trabajar por el tema de la luz eléctrica que no había. Tenía que traérsela de la calle Velez Sarsfield (…) entonces pedimos a la Comisión Vecinal del barrio Carlos Pellegrini que nos autorizara a formar una comisión para tratar de traer la luz. La autorizaron, y comenzamos a trabajar 10 o 15 personas (…), Trabajamos como 5 años para traer el transformador, con todos los eventos que realizamos para traerla, las rifas, campeonato de fútbol (…), con eso recaudamos dinero para comprar la bajada de luz”

Después de 5 años de trabajo para conseguir la energía eléctrica, esa provisoria comisión de vecinos se propuso separar el sector “Campo de Botta” del Carlos Pellegrini, para crear un nuevo barrio con una Comisión Vecinal propia. La causa de ese accionar deriva de las necesidades diferentes de los pobladores de aquel sector con respecto a los vecinos del Centro y Sur del gran barrio. Esas necesidades de los habitantes del Norte no eran atendidas por la Comisión Vecinal del Carlos Pellegrini, y ese fue el motivo de la iniciativa de fragmentación del barrio. Silvia García, quien estaba al frente de los vecinos del “Campo de Botta”, comenta con sus palabras lo acontecido:

“Empezamos a pensar porqué no nos dividíamos si éramos un grupo tan fuerte, tan unido, que logramos traer la luz, (…). Si ya teníamos ese poder, decidimos dividir el barrio, porque teníamos problemas y no éramos escuchados. Queríamos tener nuestra propia comisión, pero para eso había que dividir el barrio porque no podíamos crear otra comisión dentro de un mismo barrio.”

La opinión de esos vecinos hizo eco en la Municipalidad en ese entonces. Fue hacia el año 1993 cuando el Intendente Veglia encomendó a estudiantes del Instituto Terciario Víctor Mercante, a realizar encuestas en el sector del “Campo de Botta” para determinar la opinión de los pobladores:

“Se conoce que el Intendente Miguel Ángel Veglia encargó realizar dos encuestas, una para determinar si los vecinos estaban de acuerdo con la separación y la restante para elegir el nombre. Una amplia mayoría se expresó afirmativamente y eligieron el nombre de Felipe Botta por el de Carlos Pellegrini Norte”[25]

La designación para el barrio, Felipe Botta, fue elegida por los vecinos porque el sector era conocido en la Ciudad, como se mencionó anteriormente, bajo el nombre de “Campo de Botta”, por lo que se mantuvo una nomenclatura similar para no desorientar a los habitantes de Villa María acerca de la ubicación del barrio.

El 7 de julio de 1994 el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza Nº 3.340, de iniciativa del concejal de la U.C.R. Luís Sánchez, que establecía los límites del Carlos Pellegrini, y los del nuevo sector creado, el Felipe Neri Botta. Éste fue el primer barrio desprendido de la Historia de Villa María.

Hubo una polémica en ese entonces mientras se establecía el nuevo sector, y estaba vinculada al límite Sudoeste con el Carlos Pellegrini. Los vecinos del barrio Felipe N. Botta pretendían extender la superficie del mismo hasta la ruta pesada, la calle Intendente Maciel, pero se encontraron con la férrea oposición de los integrantes del Centro Vecinal del otro barrio, quienes argumentaban que en el primitivo plano del Carlos Pellegrini, conocido anteriormente como “La Rural”, la extensión hacia el Noreste llegaba hasta la calle Intendente Poretti. Exigieron, por lo tanto, que el sector comprendido entre esa calle y la Intendente Maciel siguiera dentro del antiguo barrio. Lo explica con sus palabras la presidenta del Felipe N. Botta, Silvia García:

“Cuando nos dividimos pedíamos desde la ruta hasta éste sector, y el señor Guiñone, que era presidente del Carlos Pellegrini, no quiso porque había un plano de 50 años antes que decía que “La Rural” (…) iba hasta la calle Poretti. Así que lo hicimos desde la Poretti sin ningún problema.”

Una vez establecido el barrio por la Ordenanza, los vecinos que integraban aquella comisión provisoria formaron la primer Comisión Directiva del barrio Felipe Neri Botta, cuando en 1995 se celebraron elecciones de Centros Vecinales. Desde entonces hasta 2004 presidió la comisión la señora Silvia García, quien argumenta lo siguiente:

“Era presidenta de la comisión para la luz, y seguí siendo presidenta del Centro Vecinal. Ahí estuve 10 años en la comisión, nunca se presentó otra lista, y los vecinos me decían: seguí vos que te conocemos, sos emprendedora, y sabes pedir las cosas”

Durante su gestión se iluminaron las esquinas, se señalizaron calles, y se trabajó con los vecinos en el desmalezamiento de los terrenos mediante una campaña de limpieza. Desde 2004 a 2008 fue presidente del barrio el señor Ramón Rodríguez, cuando en su desempeño se inauguró la sede del Centro Vecinal. Y en 2008 regresó Silvia García a la presidencia de la Comisión del Felipe N. Botta.

Aún en éste último año la mayor parte del barrio está compuesto por terrenos baldíos, lo que indica que puede seguir creciendo en el futuro. Zona de trabajadores y desempleados, posee todavía varios problemas que debe resolver:

“El desempleo y la falta de seguridad son dos flagelos que golpean reiteradamente las puertas y en materia de servicio se cuenta con luz, teléfono y TV por cable, sólo la mitad del barrio tiene gas, y en su totalidad falta el agua potable, las cloacas y el pavimento.”[26]

Una institución que ha ayudado mucho en el barrio fue el comedor comunitario que pertenece a la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes. Ante la desocupación y pobreza presentes en el sector, el comedor ha alimentado a los niños pobres, ha ayudado en muchos emprendimientos propuestos por la Comisión Vecinal, e incluso ha servido de sede en varias ocasiones para las reuniones de ésta, ya que el barrio no contaba hasta 2006 con un Centro Vecinal. La presidenta comentaba al respecto:

“El comedor de la Señora de Lourdes siempre ha ayudado al barrio, en darle de comer a los chicos, ayudarnos a hacer rifas, pastelitos para hacer la bajada de la luz (…), dio apoyo escolar, talleres de contención (…), con ropa vieja en desuso hacíamos acolchados para dar a la gente.”

3.5 – PARQUE NORTE

3.5.1 - CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS.

El barrio Parque Norte se encuentra ubicado en el Norte de la Ciudad de Villa María, limita al Sudoeste con el barrio Belgrano, al Sur y Sureste con el Trinitarios, al Este con barrio Carlos Pellegrini, y al Norte y Noroeste con terreno rural. Por medio de la Avenida Independencia y de la Prolongación del Bulevar España, se conecta el barrio con la Universidad Nacional de Villa María.

La forma del sector es irregular, y posiblemente no será estable ya que se incorporarán nuevos terrenos baldíos al área del barrio. La superficie del mismo es de 63,5204 hectáreas.

Las calles que lo atraviesan son: de Noroeste a Sudeste, calle pública sin nombre, Agustín Álvarez, Gral. Deheza, Chiclana, Quinquela Martín, Juárez Célman, Miguel Moreno, Marcos Juárez, Luís Sandrini, Arenales, Deán Funes (Ruta Pesada), Guillermo Rawson al Sudeste y Bulevar Argentino al Este; de Sudoeste a Noreste son prolongación de Bulevar España, Concejal Paradella, Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune, Avenida Independencia, Jorge Luís Borges, Victoria Ocampo y calle pública sin nombre. Existen además varias cortadas dentro del barrio y que son: Julio Cortázar y Juan Manuel Fangio en el centro; J. Falcón, J. Sosa y Carlos Gardel en el triángulo al Este del barrio.

Según la Ordenanza Municipal Nº 4.084, los límites del Parque Norte son los siguientes: “al Norte lo delimita la línea del Radio 1, el costado Este Bv.Argentino y Ruta Nacional No. 158 y el costado Sudoeste delimitado por las calles Rawson, Bv. España y su futura prolongación.”[27]

Los espacios verdes con los que cuenta son: Parque Pereira y Domínguez, plaza Puerto Argentino en el Centro del barrio, y el Pasaje Peatonal Bibliotecaria Sara M. de Kamienski.

3.5.2 - ORÍGEN DEL BARRIO.

El área donde se encuentra Parque Norte pertenecía al barrio Belgrano hasta 1997, año en que se creó aquel por medio de la Ordenanza Nº 4.084, de iniciativa municipal.

Hasta fines de la década de 1970, ese lugar era un inmenso territorio rural, compuesto de pastizales, arboledas y cortaderos de ladrillos. Funcionaba en el Este del área la Feria Lanuse, una de las principales en la Ciudad, entre las actuales calles Marcos Juárez, Independencia, Deán Funes y Bulevar Argentino:

“entre medio de pastizales, arboledas y cortaderos de ladrillos (en el sector de las 180 viviendas se retiraba la tierra en carros, que era llevada hasta los hornos ubicados en barrio Belgrano) se hallaba enclavada la recordada Feria de Lanuse, que junto a la de Arijón era una de las más importantes de la villa.”[28]

Ese inmueble aún sigue presente en la geografía del barrio como un terreno baldío, en poder de la familia Lanuse.

En la porción triangular pegada a la Feria, donde posteriormente se construyeron las 76 Viviendas, funcionaba una casilla del ferrocarril que iba hacia San Francisco. Y frente a la actual Ruta Pesada, la calle Deán Funes, se encontraban galpones para almacenar herramientas del ferrocarril:

“En lo que se denomina 76 Viviendas se encontraba una pequeña casilla del ferrocarril, sitio que era habitado por Don Casco; y frente a la denominada “Calle Honda” (actual ruta de tránsito pesado) funcionaban los galpones en el que se guardaban diversas herramientas férreas; existiendo también una bomba que era utilizada para cargar las máquinas que funcionaban vapor y que arrastraban a decenas de vagones con hacienda.”[29]

Así, la zona era utilizada para la Feria ganadera y para el transporte del ferrocarril. No sólo era propietaria del sector la familia Lanuse, también lo eran las familias Altamirano (de la posterior área de las 180 viviendas), Garay (del espacio “Los Coquitos”), Nossowich (norte del sector Empleados Públicos), y Mandrile (sector Empleados Públicos), entre otros. Algunos propietarios cedieron inmuebles que poseían en el barrio en 2006 a la Municipalidad y que son los señores Osvaldo Fratini y Juan Carlos Mugica:

“Art. 1º.- ACÉPTANSE en donación e incorpórense al dominio municipal las superficies ofrecidas por los Sres. Fratini, Osvaldo Francisco y Mugica, Juan Carlos que se detallan a continuación:

- cinco mil ochocientos cuarenta y tres con veinte metros cuadrados (5.843,20m2) destinados a calles públicas.

- dos mil veintitrés con cincuenta y seis metros cuadrados (2.023,56m2) destinados a espacios verdes.

- un mil once con sesenta y cuatro metros cuadrados (1.011,64m2) destinados a espacios comunitarios; y que hacen una superficie total de ocho mil ochocientos setenta y ocho con cuarenta metros cuadrados (8.878,40 m2) ubicado en Barrio Parque Norte de la Ciudad de Villa María.”[30]

El establecimiento de la población en el actual barrio Parque Norte se dio por medio de “asentamientos”, principalmente Planes de Vivienda, que fueron apareciendo entre 1978 y 2000.

El primer asentamiento poblacional, dado a fines de la década del ’70, fue el sector conocido como “Los Coquitos”, dos manzanas frente al predio del Parque Pereira y Domínguez, entre las actuales calles Arenales, Independencia, Deán Funes y Atahualpa Yupanqui, que hoy mantienen su estructura original. Américo Moya, presidente de la Comisión Vecinal del barrio Parque Norte, y poblador de ese sector, afirma que…

“El nombre “Los Coquitos” viene de un equipo de fútbol, que jugaba en un campeonato en el que participaban todos los barrios (…), después vino a vivir la primera familia al barrio mas o menos entre 1975 y 1978; la de Hugo Bisbal fue la primera familia”

Luego de ese pequeño asentamiento, se da el de la Cooperativa de Vivienda de los Empleados Públicos, hacia el Norte, entre las actuales calles Marcos Juárez, Victoria Ocampo e Independencia. Fue esa cooperativa la que compró una gran porción de terreno, y comenzó a construir casas mediante un Plan de Vivienda en el que inicialmente trabajó en conjunto con el I.P.V. (Instituto Provincial de la Vivienda) en 1983. Al año siguiente, 1984, se inauguraron varias de esas viviendas, aunque la Cooperativa siguió construyendo más aún en años siguientes, y gran parte del terreno que posee no ha sido edificado. Un vecino de la Comisión Vecinal del Parque Norte afirma:

“El segundo sector del barrio fue la Cooperativa de Viviendas de los Empleados Públicos en el año 1984 aproximadamente; el año que viene (2009) cumple 25 años. Fue ese el segundo asentamiento, que fue comprado por la Cooperativa (…), compró cerca de 40 hectáreas y todavía hay sectores que no se han loteado: en lo que es el sector de la Cooperativa está construido menos de la mitad del total de los terrenos.”

Posteriormente hacia 1991 surgió el Plan de Vivienda conocido como “76 Viviendas” creado por el I.P.V. de la Provincia de Córdoba y por el Instituto Municipal de la Vivienda. El sector se encuentra entre las calles Deán Funes, Independencia y Bulevar Argentino; conforma un triángulo fraccionado en 4 pequeñas manzanas y entre ellas hay tres cortadas: Jorge Falcón, Julio Sosa y Carlos Gardel. Los vecinos de la comisión afirman que…

“El 76 Viviendas surgió en el año 1991, que proviene del I.P.V. Se accedió por medio de la Provincia y la Municipalidad, porque éste es un barrio social, para gente trabajadora.”

Entre 1993 y 1995 tuvo lugar la construcción del Plan llamado “180 Viviendas”, ubicado entre las calles Atahualpa Yupanqui, Arenales, Chiclana y Avenida Independencia. Participaron en la creación del mismo, la Asociación Mutualista del Docente (A.M.D.), la Asociación Mutualista de Empleados Municipales (A.M.E.M.), el I.P.V. y el Instituto Municipal de la Vivienda. Las casas estaban destinadas para los integrantes de los dos gremios que financiaron en su mayor parte el proyecto. El 25 de mayo de 1995 se entregaron las llaves de las casas a los vecinos, en una emotiva jornada realizada en la plaza Puerto Argentino.

Cabe destacar en éste punto, que los vecinos de las “180 Viviendas” habían formado una Comisión Provisoria para que las autoridades del I.P.V. y la Municipalidad entregaran las casas lo más antes posible, ya que era una urgencia para aquéllos poder contar con un hogar propio, y que los mismos poseyeran los servicios básicos. Quien estaba a la cabeza de esa incipiente Comisión era el señor Luís Díaz que recordaba las dificultades que tuvieron:

“No podíamos ocupar las viviendas que estaban terminadas en octubre de 1994, cuando las viviendas se debían entregar en diciembre, a más tardar. (…) ¿Cual era el problema? el agua estaba instalada, el gas también, pero faltaba la red troncal que debía venir de la esquina del Bulevar España y Bulevar Argentino. (…) Algunos vecinos fuimos a entrevistarnos con el Intendente el Doctor Veglia y con el Encargado del I.P.V. para lograr que nos entregaran las casas. (…)

El destino quiso que nos encontráramos en la puerta de la Municipalidad con el Ingeniero Palacios, el Intendente Veglia y el Presidente del I.P.V. (…) Entonces el presidente del I.P.V. tomó una decisión unipersonal y me dijo: comuníquele a la gente que las casas se van a entregar el 25 de mayo terminadas"

Y el último asentamiento en Parque Norte fue el de las viviendas de la Asociación Mutual de Empresarios Transportistas (AMTRA) entre 1998 y 2000. Se encuentra entre las calles Chiclana, Atahualpa Yupanqui, Arenales y prolongación de Bulevar España. Aún éste sector se encuentra en crecimiento en 2008.

Fue la Municipalidad de Villa María, por medio del Concejo Deliberante, la que comprendió que toda el área no podía seguir formando parte del Manuel Belgrano, ya que las necesidades de sus vecinos eran diferentes a las de éste antiguo barrio. Fue así como mientras se construía el Plan “180 Viviendas”, empezó a madurar el proyecto de crear un nuevo barrio. Los vecinos de la Comisión Vecinal, afirman que el origen del nombre para el área se dio de la siguiente manera:

“Cuando estaba el emprendimiento de las 180 Viviendas, por la ubicación de éste sector, se le puso “Parque Norte” por estar al Norte del Parque Pereira y Domínguez. Y después se adoptó el nombre por decisión de la Municipalidad. Se intentó poner al principio el nombre “Centro Parque Norte”, pero después quedo aquél”

El proyecto para la creación del barrio Parque Norte, tuvo lugar finalmente el 13 de noviembre de 1997, por medio de la Ordenanza Municipal Nº 4.084, que fijó los límites del mismo.

A partir de allí, los vecinos formaron una Comisión Vecinal para resolver los problemas del barrio. Aquí, los servicios básicos no fueron un problema:

“El sector cuenta con todos los servicios, y al mismo tiempo ofrece una diversa propuesta educativa, y se presenta en sociedad como un lugar seguro para vivir, según el relato de vecinos.”[31]

La mayor dificultad para el barrio radicó en no poseer la sede para el Centro Vecinal. En el año 2000 el presidente de la Comisión del barrio, Daniel Díaz, presentó un anteproyecto en el Concejo Deliberante para la construcción del Centro. La Municipalidad había donado un terreno para llevar a cabo esa edificación, aunque con un conflicto:

“el terreno que está ubicado en Paradilla y Marcos Juárez, fue donado por la Comuna al Centro Vecinal en el año 1998. Pero si en el lapso de cuatro años no se comienzan los trabajos, el terreno podría ser devuelto a la Municipalidad.”[32]

Pero a pesar de las tratativas, el Centro Vecinal no fue construido, y la Comisión del barrio ha tenido que reunirse en casas de particulares, sin poder contar con la sede que serviría para desempeñar varios beneficios al sector:

“Desde la comisión se trabaja con la intención de edificarla a la brevedad, a raíz de que se pretende afrontar diversos desafíos que requieren de un espacio físico, tales como aportar a los vecinos programas recreativos, capacitación, y al mismo tiempo contar con un servicio de salud para cubrir los primeros auxilios.”[33]

Otra dificultad del barrio fue hacer que todos posean una identidad común, ya que en los vecinos de los distintos asentamientos se generó un sentimiento de pertenencia hacia su sector, sin sentirse integrantes de un gran barrio que englobaba a todas las áreas. Para ello la Comisión Vecinal trabajó para lograr una identidad del barrio por medio de la confección de un escudo:

“Los habitantes del barrio Parque Norte realizarán un concurso entre las personas del sector para elegir un escudo que se incorpore como símbolo distintivo”[34]

Pero además, la Comisión buscó otras formas de generar identidad: “se ha trabajado con la premisa de integrar a la gente, siendo los carnavales y la fiesta de la pizza un punto de encuentro en la temporada estival.”[35]

La actividad educativa cumple un rol fundamental en el sector, donde se encuentran la Escuela Superior Integral de Lechería (E.S.I.L.) de gran importancia en Villa María y en toda la Argentina, la escuela “El Caminante” (anteriormente era el Carpe Diem), la escuela primaria Agustín Álvarez y C.B.U. Juan José Castelli, y la Escuela Especial Nº 20 que aún no se ha inaugurado.

Por otra parte el barrio es una vía obligada de tránsito hacia la Universidad Nacional de Villa María, ubicada en la calle Arturo Jauretche en el Noroeste de la Ciudad.

Así, el Parque Norte, sector de función residencial, pero también educativa, mira hacia adelante con expectativas de crecimiento y desarrollo, ya que posee una gran cantidad de terrenos baldíos para edificar, y podría convertirse en uno de los barrios más grandes y poblados de la Ciudad en un futuro próximo.

CONCLUSIÓN

Desde el establecimiento del Radio Céntrico en Villa María, el surgimiento de los barrios se dio mediante cuatro períodos.

En el primero, entre 1890 y 1930, los iniciales sectores que aparecieron se ubicaron al Noreste, Oeste y Sudeste del Centro Urbano. Los mismos eran Villa Cuenca, La Rural, Pueblo Zabaleta, Pueblo Bonoris, Villa Aurora, La Calera, Villa Emilia y Villa Sabattini. Estaban ubicados en los caminos principales que relacionaban a ésta Ciudad con la Región. Las clases sociales que se instalaron eran trabajadores y desempleados, familias de condiciones humildes. La ocupación del espacio se dio sin una planificación urbana mediante manzanas y calles que se conectaran a las del Centro Urbano. Además, los sectores llevaban en sus orígenes el nombre de sus propietarios o de algún familiar de éstos.

En el segundo período, 1930 – 1970, el surgimiento de los barrios se realizó en todas las direcciones. Aparecieron los sectores San Martín, Nicolás Avellaneda, Las Playas, Belgrano, Rivadavia, San Justo, Almirante Brown, Trinitarios, Sarmiento, Santa Ana, Palermo, General Paz e Industrial. La mayor parte de éstos fueron obligados por la Municipalidad a que se crearan mediante una planificación urbana. Distintas clases sociales poblaron los mismos, desde familias de mayores recursos en la Villa, hasta familias pobres.

El tercer período es el de 1970 – 1985, cuando surgieron barrios en la Periferia de la Ciudad: Los Olmos, Bello Horizonte, Mariano Moreno, Las Acacias, Vista Verde, San Juan Bautista, Barrancas del Río y San Nicolás. Todos éstos comenzaron a crecer en población en las décadas de 1980 y 1990 principalmente.

Y el último período de surgimiento de barrios es el comprendido entre 1985 y 2007. En él, la formación barrial fue escasa: dos sectores habían surgido antes pero se desarrollaron principalmente en ésta etapa; y otros dos barrios aparecieron como desprendimientos de otros, ocupando espacios vacíos de la Periferia.

Villa Albertina es el barrio más oriental de la Ciudad. Su origen se remonta a la década del ’50 cuando la familia de Jesús Pérez, propietaria del inmueble, inició la venta de lotes. El poblamiento fue lento a partir de entonces, desarrollándose principalmente en la década de 1990, por trabajadores en su mayoría. Fue reconocido por la Municipalidad como barrio recién en 1998 por medio de la Ordenanza Nº 4.023. La mayor parte de su superficie no ha sido ocupada, dando al lugar un aspecto predominantemente rural.

Villa del Sur, solitario en el Sudeste de Villa María, apareció mediante el loteo del señor Máximo Cavallero a inicios de los ’70. Fue a fines de la década de 1980 cuando comenzó el asentamiento de la mayor parte de su población, principalmente de clase media. Pero muchas de las problemáticas que debieron de soportar sus primeros vecinos aún no han sido solucionadas, como la falta de ciertos servicios, y el destrozo causado por camiones areneros. El ausentismo de la gran parte de los propietarios de las viviendas, y la falta de una Comisión Vecinal, perjudica la resolución de esos conflictos.

Felipe Neri Botta es el barrio más nórdico de Villa María. Ese terreno, propiedad en su mayor parte de la familia Botta, estaba dentro del Carlos Pellegrini. Fueron los habitantes de ese pequeño sector, trabajadores principalmente, los que promovieron a inicios de los ’90 la fragmentación de los dos barrios, ante las necesidades diferentes de los mismos. La Ordenanza Nº 3.340 del año 1994 fue la que fijó los límites de ambos sectores. La principal problemática del barrio Botta radica en la desocupación y pobreza de muchos de sus pobladores. La Comisión Vecinal y el comedor de Nuestra Señora de Lourdes siguen trabajando aún para ayudar a los necesitados.

El barrio Parque Norte también surgió como un desprendimiento, esta vez del Manuel Belgrano. Se localizaba allí la antigua Feria de Lanuse y ciertos establecimientos de uso ferroviario. Fue hacia fines de la década de 1970 cuando ciertos propietarios del lugar comenzaron la venta de terrenos. A partir de entonces comenzó el poblamiento del área mediante asentamientos, principalmente por Planes de Vivienda: Los Coquitos, Cooperativa de Empleados Públicos, 76 Viviendas, 180 Viviendas, y el sector de AMTRA. A mediados de la década de 1990 la Municipalidad comprendió que todos éstos asentamientos no poseían relación con el barrio Belgrano, por lo que el Concejo Deliberante decidió crear un nuevo barrio: el Parque Norte, mediante la Ordenanza Nº 4.084 de 1997. Las principales problemáticas radicaron en la ausencia de un Centro Vecinal y la falta de integración de los pobladores. Fue la Comisión Vecinal la que encaró la resolución de esas dificultades. La gran cantidad de establecimientos escolares en la zona del barrio, le otorga al mismo una función educativa además de residencial.

[1] Petroni, Carlos – Kratz de Kenigsberg, Rosa. Diccionario de Urbanismo. Cesarini Hnos. Buenos Aires, 1966. Pág. 24 – 25. [2] Ídem. Pág. 29. [3] Ídem. Pág. 28. [4] Ídem. Pág. 95 [5] Ídem. Pág. 36 – 37 [6] Calvo, Bernardino. Historia de Villa María y de sus barrios. Tomo II de la Historia Popular de Villa María. Poder Legislativo Cámara de Senadores. Córdoba, 1989. [7] Ídem. Pág. 25 [8] Ídem. Pág. 197 [9] Ídem. Pág. 110. [10] Instituto Provincial de la Vivienda. Éste organismo cumplió una función muy importante en el poblamiento de los barrios surgidos a partir de la década del ’60, creando Planes de Vivienda, y hogares de escaso costo para familias de menores recursos. [11] Calvo, Bernardino. Historia de Villa María y de sus barrios. Tomo II de la Historia Popular de Villa María. Poder Legislativo Cámara de Senadores. Córdoba, 1989. Pág. 234. [12] Ídem. Pág. 247. [13] Ídem. Pág. 128. [14] Ídem. Pág. 132 – 133. [15] Ídem. Pág. 172. [16] Ídem. Pág. 250. [17] Ídem. Pág. 250. [18] Ídem. [19] Ordenanza Municipal Nº 1.514. Artículos 2 y 3. [20] Ordenanza Municipal Nº 4.023. Artículo 1. [21] Diario El Puntal Villa María. Jueves 28 de Septiembre de 2000. Página 5. [22] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 38. [23] Diario El Puntal Villa María. Jueves 28 de Septiembre de 2000. Página 5. [24] Ordenanza Municipal Nº 3.340. Artículo Nº 2. [25] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 14. [26] Ídem. [27] Ordenanza Municipal Nº 4.084. Artículo 2º. [28] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 29. [29] Ídem [30] Ordenanza Municipal Nº 5.721. Artículo 1º. Villa María, 21 de septiembre de 2006. [31] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 29. [32] Diario El Puntal Villa María. Martes 22 de agosto de 2000. Página 15. [33] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 29. [34] Diario El Puntal Villa María. Miércoles 20 de septiembre de 2000. Página 17. [35] Diario El Puntal Villa María. Suplemento especial. Lunes 27 de septiembre de 2004. Página 29.

 
 
 

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